López deja suerte a Urkullu e Ibarretxe habla de identidad

Solo la izquierda abertzale quiso expresar, con la ausencia de Laura Mintegi, que tenía otras preocupaciones políticas de similar nivel al juramento de Iñigo Urkullu como lehendakari. De ahí que dividiera sus fuerzas y pusiera un pie en Gernika y otro en Bayona para demostrar, como dijo Pello Urizar, que EH Bildu atiende “todas las preocupaciones del país”.

 Por lo demás, ningún representante público de relevancia afeó un acto de tamaña importancia institucional. Así, alrededor de 300 invitados de los ámbitos político, económico y social, junto a los cargos más destacados del País Vasco, o el propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, tomaron asiento en el salón de plenos de la Casa de Juntas de Gernika.

Entre ellos figuran los exlehendakaris Patxi López, Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza. No estuvo, en cambio, Juan José Ibarretxe, ausente por motivos profesionales, pero que con anterioridad ya se había hecho presente al dejar escrito en el periódico nacionalista Deia su apoyo a Urkullu por medio de un artículo donde también criticaba el anterior mandato socialista.

Ibarretxe sitúa su reflexión en la vuelta del PNV a la responsabilidad de gobierno después de “un pacto nunca aceptado por la sociedad vasca entre el PSE y el PP, cuyo balance es de sobra conocido por todos”. A partir de ahí, en el marco de la actual crisis, le anima a la búsqueda de proyectos sobre los valores de nuestra identidad entendida en toda su integridad. “Identidad política, pero también identidad cultural y económica. Hemos acertado en el pasado y no hay razón alguna para pensar que no seamos capaces de acertar ahora”, afirma.

El presidente de La Rioja felicita a Urkullu se ofrece a la colaboración

López, en cambio, se limitó a desear suerte al nuevo Gobierno que presidirá Urkullu. Desde su cuenta en Twitter, el exlehendakari socialista aseguró que “termina un ciclo”. Prácticamente a modo de despedida, López agradece a todas las personas que le han acompañado en la gestión de la Administración y del Gobierno vasco, un trabajado que ha llegado a calificar de “aventura”.

Tras el cierre del acto protocolario se sucedieron las reacciones. Fue un cruce de saludos y de felicitaciones entre consejeros salientes y entrantes y representantes, así como de evidente satisfacción entre numerosos representantes del PNV. La escena guardaba un reconocido contraste con la vivida hace algo más de tres años en las propia Casa de Juntas de Gernika. Entonces los nacionalistas mostraron un abierto rechazo a Patxi López en su juramento, y le negaron todo reconocimiento cuando fue aplaudido por el resto de los asistentes. Eran los momentos más duros para el entorno jeltzale que venía de ganar las elecciones con Ibarretxe, obligado a entregar la makila a López, y se veía despojado del poder autonómico.

Urkullu sabe perfectamente quienes se sitúan a ambos lados de las valoraciones contrapuestas sobre su elección. Desde posiciones favorables, el presidente de la patronal vasco, Miguel Ángel Lujua, destacó ayer la “valía” de los consejeros designados por el nuevo lehendakari. Según dijo en Radio Euskadi el máximo responsable de Confebask: “Tienen un perfil muy adecuado”. En cambio, desde la izquierda abertzale, Joseba Permach, acusó a Urkullu de “querer construir el futuro con recetas del pasado”, en materia económica. Desde el ámbito sindical, Unai Sordo, secretario general de CC OO Euskadi, reclama al presidente del Gobierno vasco “imaginación” y que no se resigne a los recortes y la austeridad como única salida. Urkullu también recibió la felicitación del presidente de La Rioja, Pedro Sanz, y las críticas de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

Con todo, los momentos de especial felicidad fueron para Iñigo Urkullu y sus familiares. El lehendakari no dudó en priorizar la presencia de su ama en las primeras fotografías posteriores a la jura, al igual que con su mujer y sus tres hijos. El reconocido orgullo para todo vasco de ser lehendakari como admitía Urkullu cuando empezaba a digerir que sería el candidato del PNV.