Barberá hace su presupuesto sin participación social

Los socialistas de Valencia creen que las cuentas elaboradas para 2013 por el gobierno local que preside Rita Barberá ignoran la crisis, carecen de sensibilidad social y no se han sometido a la participación de los vecinos. "No son reales ni creíbles", ha dicho este jueves el portavoz del grupo, Joan Calabuig, que ha comparecido con el concejal Pedro M. Sánchez para dar a conocer las enmiendas a los presupuestos que se aprueban a final de mes.

El concejal socialista ha criticado con severidad que el gobierno local del PP sea opaco y rehúya a los vecinos. Por eso ha pedido que las cuentas se lleven al Consejo Social de la Ciudad, un organismo creado el pasado mandato con el respaldo del PP pero que nunca se ha constituido. Es preceptivo, por ejemplo, que este órgano, formado por colectivos sociales, conozca y opine sobre el PGOU o sobre los presupuestos. Pero hasta ahora ha sido imposible. "Es un ayuntamiento que vive de espaldas a la realidad de sus vecinos", ha dicho Calabuig. 

"Obviamente, pensamos que las cosas se pueden hacer de otra manera", ha  añadido Calabuig antes de anunciar las 29 enmiendas que presentarán a las cuentas municipales del año próximo. Han explicado cómo generar 65 millones de euros de ingresos y en qué gastarlos. Proponen aumentar de uno a 7 millones el presupuesto de la sociedad que gestiona el urbanismo de la capital, de 7 a 11 los millones para ayudas a las familias con necesidades o incrementar a 3 millones la dotación del cheque escolar.

También proponen aumentar o crear de nuevo partidas presupuestarias de apoyo al Consell de la Joventut, la Federación de Asociaciones de Vecinos y las Juntas Municipales. Quieren además recuperar la Mostra de Cinema de Valencia, suprimida por Barberá.

Los socialistas plantean conseguir esos 65 millones de euros haciendo que la Generalitat pague los 24 millones de euros que adeuda al Consistorio, que las confesiones religiosas paguen como el IBI del que están exentos, lo que añadiría más de 800.000 euros, venta de aparcamientos en el subsuelo o cobrando a los agentes urbanizadores las obras que deberían haber financiado.

"Hoy por hoy tenemos un Ayuntamiento poco inversor, que no está haciendo políticas anticíclicas que es lo que se necesitaría para mejorar el empleo", ha concluido Calabuig.