San Sebastián rinde homenaje a “todas las víctimas” sin disipar los recelos

Tal vez resultaría exagerado calificar de histórica la imagen que ha ofrecido esta mañana el Ayuntamiento de San Sebastián. Todos los grupos presentes en el consistorio han participado en un acto conjunto en memoria de “todas las víctimas”, tanto del terrorismo de ETA como de otros tipos de violencia, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos. Ha estado el PSE, formación que ha impulsado la iniciativa; le han acompañado el PP y el PNV, que apoyaron la propuesta desde un inicio, y, por primera vez junto a la oposición, la izquierda abertzale, representada por Bildu. Han estado todos, pero cada uno se ha esforzado en marcar su terreno, con lo que más bien la foto se podría tildar de inédita.

Un par de minutos antes de que el reloj marcara las 12.30 los concejales han comenzado a arremolinarse en torno al monolito erigido a escasos metros del consistorio en “memoria de las víctimas del terrorismo y de la violencia”. Los últimos en llegar han sido los ediles de Bildu, capitaneados por el alcalde, Juan Karlos Izagirre, quien, por contra, ha sido el primero en depositar una flor a los pies del monumento. Tras él, los portavoces de la oposición: el socialista Ernesto Gasco, el popular Ramón Gómez Ugalde y el peneuvista Eneko Goia, junto al resto de concejales y decenas de ciudadanos, entre ellos algunas víctimas de ETA o los abusos policiales.

El homenaje ha sido sencillo: tres minutos de silencio, con la música de la banda municipal de fondo, y 71 flores en “solidaridad y reconocimiento a todos los donostiarras víctimas del terrorismo, la violencia y de cualquier conculcación de los derechos humanos”, como rezaba la propuesta de acto que los socialistas presentaron en el último pleno.

El PP ha sido el primero en marcar su terreno. Una vez concluido el acto institucional y mientras los concentrados comenzaban a dispersarse, Gómez Ugalde se ha vuelto a acercar al monolito y ha depositado un ramo de flores blancas, con una banda en la que se leía “A las víctimas del terrorismo”. “El Partido Popular está donde siempre ha estado, que es con las víctimas del terrorismo, y no nos vamos a mover de ahí”, ha puntualizado.

El gesto no era gratuito. El PP ha querido explícitamente ofrecer un perfil propio y “no entrar en el juego de Izagirre”, según fuentes del partido, informa Javier Rivas. “Y lo hemos conseguido”, han añadido. Para los populares resultaba clave eludir de alguna forma el “todas las víctimas” equiparatorio que preconiza la izquierda abertzale. Y además en un acto institucional celebrado ante un monolito levantado en 2007 a propuesta precisamente del PP.

La segunda línea la ha trazado el propio Izagirre. El regidor no ha querido en un primer momento hacer declaraciones a la prensa. Finalmente, ha accedido después de que populares y socialistas hicieran sus respectivos comentarios. El PNV ha sido la única formación que ha declinado pronunciarse. “Como alcalde de San Sebastián, mi valoración positiva de este acto que se ha celebrado hoy, en el que creo que se ha conseguido un mínimo de consenso en torno a recordar a todas las víctimas”, ha apuntado el alcalde, acompañado por el portavoz municipal de Bildu, Josu Ruiz, de EA.

Los concejales de la coalición abertzale han realizado poco después otro homenaje más, el tercero después de que el domingo Izagirre presidiera uno en memoria de “todas las víctimas de la violencia” sin presencia de la oposición ni mención alguna a ETA. Esa tercera ofrenda floral en apenas 24 horas se ha realizado en la calle Campanario. Allí, una placa recuerda a Iñaki Quijera, fallecido en una manifestación en 1979 por un disparo que la izquierda abertzale atribuye a un policía nacional.

Para Bildu el monolito ante el que minutos antes había puesto unas flores solo representa a “unas víctimas concretas”, por lo que ese segundo recuerdo era “complementario al principal, para reflejar a todas las víctimas en su conjunto”, ha afirmado Ruiz.

Mientras, el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, también de Bildu, ha aprovechado otro acto por el Día de los Derechos Humanos para pedir “una adaptación flexible de los códigos de justicia” que permita “la transición de una realidad de violencia y sufrimiento a un nuevo escenario de paz y normalización política”.