Los ajustes amenazan la paz social en Málaga, que reduce su presupuesto
El plan económico para el próximo ejercicio incluye rebajas del 10% en algunos conceptos
El cuarto mandato se le va a hacer muy largo a Francisco de la Torre (PP). El alcalde de Málaga, con una ciudad al ralentí por la crisis, ve cómo se le están abriendo frentes que no hubiera imaginado hace apenas dos años. El último es el conflicto con la plantilla municipal de resultas del plan de ajuste para 2013, que contempla rebajas del 10% en las remuneraciones por horas extra, productividad y otros conceptos. El Ayuntamiento que, desde la época de Celia Villalobos, tenía bastante de oasis laboral se caldea por días.
Los sindicatos mayoritarios en la Policía Local pidieron el pasado jueves a los agentes que no presten servicios extraordinarios durante el próximo puente de la Constitución y en los días centrales de la Navidad. También plantean, con carácter indefinido, trabajar “a reglamento”, esto es, sin actuar por iniciativa propia y ciñéndose a la normativa. Esto puede traducirse en una rebaja de las sanciones, con efecto en la recaudación municipal.
El clima de tensión se pudo comprobar el pasado 22 de octubre, cuando el regidor fue increpado por un grupo de policías y bomberos en la entrega de trofeos de una carrera popular. El alcalde, normalmente muy comedido, se encaró con los manifestantes, que gritaban “Menos asesores y más trabajadores”: “¿De qué os quejáis?, vivís muy bien”, les dijo De la Torre tras bajar del podio. A los pocos días pidió disculpas por estas palabras.
La bronca laboral ha coincidido con una serie de enfrentamientos institucionales que han erosionado la figura del alcalde. De la Torre cultiva una imagen de austeridad, transparencia y honradez a toda prueba. Esta semana se ha conocido que el Ayuntamiento ocultó a la oposición durante 19 meses las facturas de un viaje a Roma en 2007 para la beatificación de religiosos asesinados durante la Guerra Civil. Finalmente, las facturas fueron entregadas a los ediles del PSOE, lo que ha permitido saber que el regidor cargó al presupuesto municipal el viaje de su esposa al acto religioso. En total, por un fin de semana en Roma para dos personas en un hotel de cinco estrellas se gastaron 2.500 euros. El regidor realizó otro viaje con su esposa a Valencia en 2006, también para ver al Papa. El montante fue parecido: 2.143 euros por dos días.
De la Torre ha manifestado que esos desplazamientos tuvieron carácter “institucional” y “oficial”. El hecho de tardar 19 meses en contestar las preguntas del PSOE lo justificó el regidor en que el expediente fue tramitado de una manera “no correcta administrativamente”.
“La gravedad es la ocultación manifiesta de este viaje hasta que no ha podido más; nos ha engañado deliberadamente”, afirmó la portavoz socialista, María Gámez, que ha pedido al Ayuntamiento las cuentas de todos los viajes realizados por el alcalde en sus doce años de mandato.
Otro patinazo institucional notable lo protagonizó De la Torre la semana pasada en Nueva York, con motivo de un foro sobre “ciudades inteligentes”. El regidor malagueño manifestó públicamente que “una de las principales dificultades en Málaga para el proyecto Reto Ciudades más Inteligentes fue la falta de la calidad universitaria”. Estas declaraciones indignaron a la rectora de la Universidad de Málaga y presidenta de la Conferencia de Rectores, Adelaida de la Calle. Al día siguiente, De la Torre, reculó y manifestó su “cariño” hacia la institución académica de la ciudad.
Todos estos deslices llegan en un momento de economía de guerra para el Ayuntamiento. Esta semana, De la Torre presentó los presupuestos municipales menos inversores de las últimas décadas. Con 680 millones de euros de gasto, un 8% menos que el año anterior, el regidor afirmó que las cuentas del próximo año son “prudentes y realistas, al tiempo que solventes”. Será difícil que con estos números el oasis no se revuelva.
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