María Gámez se presenta para "sacar a Málaga de su conformismo cómodo"

María Gámez, candidata del PSOE a la alcaldía de Málaga, tiene una oratoria serena, pausada, quizá un poco más sosegada de lo aconsejable, sobre todo si tiene que compartir auditorio con un huracán verbal como Felipe González, encargado de presentarla y que con cuatro titulares por frase eclipsa inevitablemente a todos cuantos se le acercan. Sin embargo, en su primer gran acto público como candidata -una conferencia en el Forum Europa- Gámez, que se definió como "una mujer progresista ajena al aparato", trazó un diagnóstico muy poco complaciente sobre la ciudad y sus habitantes y esbozó, o algo menos que eso, su programa de "reformismo municipal".

Sin nombrar ni en un solo momento a su principal rival, el alcalde Francisco de la Torre (PP), Gámez, afirmó que la primera década del siglo ha sido "la de las grandes oportunidades perdidas". "La derecha ha creado una ciudad desvertebrada en la que el clima y el carácter de su gente son casi sus únicas señas de identidad", afirmó. La candidata socialista, delegada de la Junta en la provincia, se marcó el compromiso de "sacar a Málaga de su conformismo cómodo", después de que la capital de la Costa del Sol "haya perdido peso frente a otras de su rango".

La candidata se definió como una mujer "ajena al aparato"

La aspirante criticó algunos "sueldos exorbitantes" del Ayuntamiento

En la sala, además del ex presidente del Gobierno, se encontraban los líderes del socialismo andaluz, empezando por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y todos los consejeros malagueños. Griñán acudió después a Antequera con la presidenta del PSOE andaluz, Rosa Torres, candidata a la alcaldía de esa ciudad. Según Griñán, la candidatura de Torres es "una apuesta fuerte" del partido en una plaza vital para conservar la Diputación malagueña.

Gámez, de 41 años -González le desmontó en la presentación la posibilidad de mostrarse como la candidata joven- lanzó un guiño a una parte de la sociedad civil, que, a través de redes sociales, empieza a moverse en Málaga. Gámez citó la movilización para sacar adelante proyectos como el Soho en el degradado barrio del Ensanche o para evitar que se instale un Carrefour en la mejor esquina del puerto.

El discurso de Gámez empezó con una dignificación de la política y su "poder tremendo" para cambiar la realidad y rechazando el victimismo y los agravios respecto a Sevilla, uno de los grandes pasatiempos políticos de la ciudad. "Creo más en la bondad de Málaga que en la maldad de ninguna ciudad vecina".

Gámez criticó la política urbanística que ha imperado en Málaga. Según dijo, este "modelo caduco (...) ha encarecido el suelo y ha expulsado a los jóvenes a la periferia" y que hace que los adolescentes no tengan sitios donde encontrarse "más allá de los centros comerciales".

La parte más esperada, la del programa concreto, apenas quedó en una pincelada: "el eje es el reformismo municipal, una nueva organización territorial con más distritos y servicios, y más autogestión en los barrios". También habló de un plan de austeridad "para reducir sueldos exorbitados" en el Ayuntamiento. El sello del arquitecto Carlos Hernández Pezzi, coordinador del programa, aparece en el plan de rehabilitación de viviendas como alternativa al pinchazo del ladrillo.

La candidatura de Gámez ha venido acompañada de un seísmo en el grupo municipal socialista, que se ha saldado con la salida del portavoz Rafael Fuentes, nombrado delegado de Hacienda de la Junta y la dimisión de la viceportavoz Mariluz Reguero. "La gente nos pide el cambio porque no hemos sabido ganar. Renovar no es ningún drama. El drama sería no hacer nada y quedarnos quietos".