La lluvia de fuego de Carles Ribas logra el Fotomercè 2012
El fotógrafo de EL PAÍS logra el galardón a la mejor instantánea aparecida en prensa
Ahí está la lluvia blanca y roja que sostiene el diable, explosión de alegría y fiesta captada en el momento preciso de su apogeo; pero el rostro del personaje bien podría indicar que no todo anda bien, que quizá está pensando: “La que nos está cayendo encima” en estos tiempos de crisis. Es la dualidad de la instantánea y el simbolismo, fórmula filosofal de la fotografía periodística que el redactor gráfico de EL PAÍS Carles Ribas (Ibiza, 1965) cultiva con sardónico mimo en su ya dilatada trayectoria.
La aplicó al milímetro en 1995 con la imagen publicada en este diario en la que se veía a través de las rejas de la cárcel Modelo de Barcelona a Javier de la Rosa comiéndose un bocadillo. Y quizá también en el retrato que publicó también en EL PAÍS y que le valió ayer el premio Fotomercè 2012 que otorga el Ayuntamiento de Barcelona a la mejor instantánea aparecida en prensa con motivo de las fiestas de la ciudad.
No es una doble lectura descabellada. El cuaderno de bitácora digital que Ribas tiene en la Red (carlesribas.blogspot.com/) da sobradas muestras de ese cultivo de la imagen como elemento informativo, que demanda la imagen tomada en el momento oportuno, pero también tintada de carga simbólica, ideológica incluso. En su caso, ello no suele ir en detrimento ni de la estética ni de un pequeño barniz emotivo, como ratifica su atención a, por ejemplo, un espantapájaros formado a partir de corbatas o una fría, por azul y nocturna, habitación de hospital tras un largo ingreso y cuya pieza reza: Cena en casa.
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