Morir amordazado
Fallece Jordi Comas, presidente de la patronal de Girona, mientras su domicilio era asaltado
Jordi Comas, presidente de la patronal de Girona (Foeg), ya no podrá recibir en vida la Medalla al Trabajo Francesc Macià que pensaba otorgarle la Generalitat por sus méritos en el sector turístico. La distinción solo podrá ser a título póstumo ya que Comas, de 67 años, murió la noche del domingo tras sufrir un robo violento en su casa de la Costa Brava, en Platja d´Aro. Tres encapuchados entraron en su vivienda y ataron y amordazaron al empresario, que murió durante el asalto, y a su esposa, que no sufrió heridas de gravedad. Los Mossos d´Esquadra no han realizado detenciones por el caso, que se encuentra bajo secreto de sumario.
Los tres ladrones irrumpieron en la vivienda, un chalet en primera línea de playa, sobre las once y media de la noche. Comas y su esposa estaban dentro, él en el salón y ella en la cocina. Los asaltantes les ataron de pies y manos y les amordazaron. El empresario falleció después de que los ladrones le metiesen un pañuelo en la boca para impedir que gritara, según fuentes cercanas a la familia. La autopsia tendrá que determinar si la muerte se produjo por asfixia o por otra causa relacionada con el suceso violento, como un infarto. Los ladrones estuvieron en la casa durante unos 45 minutos y se llevaron diversos objetos de valor.
Fue la mujer la que avisó a los Mossos d´Esquadra, que montaron un amplio dispositivo para taponar las salidas del municipio, pero no lograron darles caza.
Varios de los sobrinos del matrimonio, que no tenía hijos, participaron ayer en el minuto de silencio organizado por el ayuntamiento de Castell-Platja d’Aro para recordar al fallecido. “Para mí era como un segundo padre”, explicaba Jordi Díaz, uno de ellos. “Pasábamos todas las fiestas juntos”, contó el hombre sin poder contener las lágrimas. Comas y Carme (su mujer) habían acogido a un señor mayor con una minusvalía que hacía labores de jardinería en la propiedad y se encontraba en la planta baja de la casa en el momento del asalto.
Comas era propietario de tres hoteles y un restaurante en Platja d’Aro y presidente de Foeg (Federación de Organizaciones Empresariales de Girona) desde 2009. El empresario era una persona “sencilla”, poco amante de la opulencia, según personas que le conocían. Le gustaba mucho el ciclismo y fue socio fundador del primer club dedicado a este deporte en Platja d’Aro. Iba con frecuencia al estadio de Montilivi y estaba muy satisfecho por la buena marcha del Girona FC esta temporada. Su afición venía de lejos: en 1982 llevó a su sobrino a ver los partidos del Mundial. Con 67 años, el empresario pensaba en adquirir un nuevo establecimiento para ampliar sus prósperos negocios. El primer restaurante lo abrió en 1963.
En Platja d’Aro le conocía todo el mundo por su actividad como empresario y como dinamizador de la vida del municipio, donde promovió la fiesta del carnaval. El alcalde de la localidad, Joan Giraut, se mostró muy afectado por el suceso y explicó que el empresario era amigo suyo y “se hacía querer”. “No he podido contener la emoción, aunque me hubiese gustado”, dijo Giraut, que admitió que sucesos como este generan cierta alarma social. El comisario de la policía catalana, Joaquim Belenguer, declaró que el suceso “se investigará hasta las últimas consecuencias”.
Comas era también miembro de la junta directiva de la CEOE y vicepresidente de la Federación de Hostelería de Girona, entre otros, además de poseedor de la Medalla al Mérito Turístico de la Generalitat. Había estado involucrado en política en la década de 1970, cuando fue concejal durante ocho años en el Ayuntamiento de Platja d’Aro e incluso teniente de alcalde durante dos meses.
Las muestras de dolor y las condolencias llegaron ayer de muchos sectores de la vida política y económica catalana. El consejero de Empresa y Ocupación, Francesc Xavier Mena, reconoció la labor de Comas como “impulsor del turismo” en Cataluña. “Fue un emprendedor pionero en la Costa Brava muy importante en el inicio del boom turístico”, abundó Carles Puigdemont, alcalde de Girona, quien le conocía desde hace años.
Las organizaciones sindicales tuvieron también palabras de recuerdo para el fallecido. La secretaria general del sindicato UGT, Dolors Bassa, calificó a Comas de persona “muy afable” y “duro en la defensa de sus ideas, pero suave de palabra”. El empresario mantuvo una “estrecha y excelente relación” también con Comisiones Obreras, según el propio sindicato.
Incluso el presidente Mariano Rajoy envió un telegrama a la familia, en el que destacó que Comas fue “una figura ejemplar” que “ha hecho mejores a Catalunya y España”.
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