Cuestión de identidad

Identidad, fronteras, prejuicios, raíces, incomunicación, todos estos conceptos nutren Sentados en la orilla del mundo, la primera obra del dramaturgo José Pliya (Cotonou, Benín, 1966) que podrá verse en España. El montaje, protagonizado por Maica Barroso y Armando Balboa Buika, se estrena este viernes en el Teatro Central de Sevilla con una producción de los sevillanos Ochocochenta que cuenta con la colaboración de la Consejería de Cultura.

Sentados en la orilla del mundo, que podrá verse también los días 3 y 4 de noviembre, es el primer texto que se representará en España de Pliya, un autor con más de una veintena de obras publicadas en todo el mundo y que ha dirigido sus creaciones en la Comedié Française o el Teatro Varia de Bélgica, entre otros.

“La identidad está en el corazón de la obra. Todos tenemos nostalgia de nuestra infancia e idealizamos nuestra tierra, especialmente la gente que hemos salido, hemos vivido en otros lugares. Pilya cuenta la historia de una mujer que vuelve al lugar de su infancia, a una playa en su isla, y se encuentra con un hombre que le dice que no es bienvenida. Hay un duelo entre ellos, un conflicto de identidades”, explicó este miércoles Sylvie Nys, directora del montaje y autora de la traducción junto a Celia Jiménez.

Sylvie Nys dirige este montaje que es una producción andaluza

En la obra, en la que Manuel Monteagudo y Amparo Marín Santos ponen la nota cómica interpretando a un matrimonio que va de picnic, todo transcurre en tiempo real: 80 minutos. “Durante ese tiempo asistimos a una transformación conmovedora de los personajes y espero que al público le ocurra lo mismo que a nosotros”, comentó este miércoles Maica Barroso, quien encarna a la mujer que vuelve a su tierra.

“Yo soy el ogro, el que está en la playa y se siente dueño de ella. La obra habla de la identidad. ¿Qué nos queda si perdemos nuestra identidad?”, se pregunta Armando Balboa Buika. El actor mallorquín, hermano de la cantante Concha Buika, encarna a un hombre que nunca ha salido de su isla y se siente propietario de ese lugar, justo lo contrario que le ha ocurrido a él, quien a pesar de haber nacido en España siempre le han mirado como a un extranjero porque su familia es de Guinea Ecuatorial.

“Es una obra muy compleja en la que ella es la invasora. Él nunca ha salido de su playa pero está a gusto consigo mismo, sabe quién es; mientras que ella ha vivido en muchos lugares y está cortada en pedazos”, añade Nys.

En la obra, con música del argentino Juan Carlos Tolosa, hay un quinto pesonaje: la escenografía de Curt Allen. “El espacio es una mezcla de playa y de cama, un lugar interior, sicológico, que intenta envolver el problema de la falta de identidad”, concluye Allen.