Pantoja: “Julián Muñoz jamás me dio ni ingresó dinero en mis sociedades”

“Jamás [Julián Muñoz] me dio dinero en efectivo ni lo ingresó en las cuentas de mis sociedades". La cantante Isabel Pantoja ha respondido así a su abogado defensor, José Carlos Galán, en el juicio por blanqueo en el que está procesada junto a su expareja y exalcalde de Marbella. La artista también ha negado que Muñoz interviniera en la compra del famoso apartamento 105 del Hotel Guadalpín en el año 2003. “Rotundamente no. Julián Muñoz no me dio dinero ni intervino en la compra del apartamento de Guadalpín”, ha afirmado.

"El nunca me dio dinero era yo quien le daba a él, era yo quien le mantenía, era yo quien le daba trabajo, era yo quien le pagaba su sueldo", ha afirmado la cantante, en una declaración coherente con lo ya manifestado por el exregidor marbellí. Pantoja ha asegurado no tener constancia de que Julián Muñoz manejara dinero negro. "Si yo hubiera sabido que manejaba dinero de procedencia ilícita me hubiera ido lejos de él".

Vestida sobriamente, con pantalón negro, blusa azulón y un chal beis, Isabel Pantoja ha ocupado el banquillo de los interrogatorios a las 11.48, en la novena sesión del juicio. Exactamente 2.000 días después de su detención –ocurrida el 3 de mayo de 2007- la cantante por fin ha respondido públicamente sobre su implicación en la trama de blanqueo.

Tras ser preguntada por el magistrado que preside el tribunal, Federico Morales, si deseaba declarar, la cantante ha respondido con voz firme y serena: “Quiero declarar, pero solo voy a contestar a las preguntas de mi letrado”.

Pantoja, que se enfrenta a una petición fiscal de tres años y medio de prisión y 3,68 millones de euros de multa, ha defendido siempre su inocencia y ha llegado a compararse en programas de televisión con la infanta Cristina. Sin embargo, la folclórica en estos cinco años largos nunca ha entrado en los detalles de sus finanzas durante el tiempo que duró su relación con el exalcalde de Marbella (Málaga). Esos pormenores los ha reservado para su escrito de defensa, que establece como tesis principal que todos sus ingresos e inversiones entre 2003 y 2007 provenían de sus galas y recitales, así como de otros negocios como la venta de exclusivas a medios del corazón.

La negativa de Pantoja a responder a las preguntas de las acusaciones y de los abogados defensores de los otros acusados no ha impedido que la fiscal María del Mar López-Herrero, especialista en delitos económicos, formulara a la artista las preguntas sobre sus negocios, como la adquisición del apartamento 105 del Hotel Guadalpín, de la vivienda de la urbanización marbellí La Pera o los ingresos en sus cuentas personales y de sus sociedades patrimoniales. La cantante ha aguantado el chaparrón de preguntas con el mismo rictus de esfinge que ha mantenido a lo largo de todas las sesiones.

La declaración de Isabel Pantoja era el momento más esperado en el juicio por supuesto blanqueo de dinero en el que están implicados, además de la tonadillera, su expareja y exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, Mayte Zaldívar, la exesposa de este y otras siete personas más. El fiscal anticorrupción acusa a Pantoja de, supuestamente, blanquear 1,84 millones de euros procedentes de la actividad delictiva del exalcalde gilista. Ella lo niega y el propio Muñoz ha declarado que la cantante desconocía sus finanzas, aunque le pagaba un sueldo.

El fiscal, en su escrito de acusación, acusa a Muñoz de haber ocultado una fortuna de más de 3,5 millones de euros y que la cantante era “perfectamente conocedora del origen ilícito de los fondos y bienes que recibió”.

Según los informes contables de su defensa, entre 1999 y 2009 la cantante y las empresas que figuran a su nombre ingresaron 19 millones de euros por galas y venta de discos y exclusivas, pese a fracasos comerciales como el restaurante Cantora de Fuengirola (Málaga), que cerró en 2005, pero por cuyo traspaso obtuvo 194.700 euros.

Según el fiscal, Pantoja pudo participar en el blanqueo con varias operaciones. Una fue el apartamento 105 del hotel Guadalpín, de 180 metros cuadrados. Costó 353.695 euros, pero en las cuentas de la sociedad de Isabel Pantoja Franbel Artis solo había un saldo de 15 euros y de las cuentas personales de la cantante tampoco salió el dinero para el pago del inmueble. El fiscal sostiene que el apartamento “fue abonado en su integridad por Julián Muñoz con cargo a fondos ocultos de procedencia delictiva”.

La defensa de Pantoja rechaza esta posibilidad y defiende que Aifos rebajó el precio por el interés comercial de que una artista famosa se alojara en el Guadalpín. Respecto al abono del precio del apartamento, la defensa sostiene que la propia artista lo pagó en metálico. Según un informe de un censor jurado de cuentas incorporado al escrito de defensa, entre los años 1999 y 2002, los ingresos de la cantante ascendieron a 7,58 millones de euros, gran parte de los cuales fueron en metálico.

El fiscal también se fija en la adquisición, en abril de 2004, del chalé Mi Gitana, un inmueble de 650 metros cuadrados en la urbanización marbellí de La Pera. La casa fue comprada por 3,36 por la sociedad Panriver (Pantoja-Rivera), SL, a los empresarios Carlos Sánchez y Andrés Liétor, procesados en el caso Malaya. Según el fiscal, la cuenta con la que se pagó la hipoteca del chalé era alimentada con ingresos en efectivo de Muñoz hasta el ingreso de este en prisión.

La defensa de la cantante afirma que las cuotas se pagaron con cobros de arrendamientos, la venta de Cantora Kopas, galas y exclusivas.

Respecto a la compra de ganado, el fiscal relata que Julián Muñoz inyectó fondos a la sociedad Franbel Artis de Isabel Pantoja para arrendar explotaciones ganaderas y adquirir cabezas de vacuno. La defensa niega rotundamente que la cantante comprara ninguna res.

Finalmente, el fiscal cree que Pantoja recibió en sus cuentas personales y societarias un total de 1,12 millones de euros en fracciones de 3.000 euros para evitar el control de Hacienda.