Trias destituye a Guallart de la gerencia de Hábitat Urbano
Albert Vilalta, el nuevo gerente, ya había sido ingeniero jefe de Barcelona
Solo 15 meses ha estado el valenciano Vicente Guallart frente a la gerencia de Hábitat Urbano del Ayuntamiento de Barcelona. Ayer su jefe, el tercer teniente de alcalde Antoni Vives (CiU), anunció que solo continuará en el cargo de arquitecto jefe. El ingeniero Albert Vilalta, que ya había trabajado en el Consistorio, será el nuevo gerente. Vives argumenta que el cambio abre “una nueva etapa centrada en la ejecución de proyectos”. La oposición considera que se trata de la muestra del fracaso en la política urbanística de CiU.
El Ayuntamiento anunció el relevo de manera intempestiva. El pasado jueves, en la Comisión de Urbanismo, el Gobierno presentó un informe, a petición del PSC, en el que explicaba el organigrama de Hábitat Urbano. En él, Guallart figuraba con ambos cargos. La realidad cambió en 24 horas. “Llevamos año y medio tratando de que [Vilalta] volviera”, aseguró Vives.
El tercer teniente de alcalde quiso darle la mayor solemnidad posible al anuncio, por lo cual compareció junto al concejal de Medio Ambiente, Joan Puigdollers (CiU). Los gerentes adjuntos ocupaban la primera fila de la sala. Vives evitó utilizar en cualquier momento palabras como “relevo”. Sencillamente, anunció “la incorporación de Vilalta” —que fue uno de los cooperantes secuestrados por Al Qaeda en Mauritania en 2010— al equipo. Fue solo a preguntas de periodistas cuando explicó que reemplazaba a Guallart en la gerencia. Desde la jefatura de arquitectura, el valenciano “tirará adelante las grandes ideas”, dijo Vives. Vilalta era el director general de Tabasa.
La oposición criticó el relevo de Guallart. “Es la demostración del fracaso del modelo urbanístico de Trias”, según la concejal Assumpta Escarp (PSC). “Desde el PP sospechamos que uno de los motivos para este cambio podría ser la parálisis que se pade en el ámbito urbanístico”, dijo el edil Eduardo Bolaños.
Guallart es el padre del modelo urbanístico que CiU quiere implantar en la ciudad. Este se resume en la siguiente frase: “Barrios productivos a la velocidad humana dentro de una ciudad autosuficiente energéticamente hiperconectada y de cero emisiones”. Estas ideas están recogidas en el manifiesto Generación Barcelona, la base teórica a la propuesta electoral del ahora alcalde, Xavier Trias. “CiU siempre ignoró a Barcelona en sus planes de país y cuando vio que podía quitársela a los socialistas salió a buscar un paradigma urbanístico nuevo y compró el de Guallart”, explica un importante arquitecto barcelonés.
El problema es que Guallart no era un gestor ni un facilitador político, sino un académico. Tanto sus detractores como sus amigos le reconocen estar a la vanguardia —inclusive más allá— del discurso de las ciudades inteligentes. Habla el mismo lenguaje de los estudios más reputados y las universidades más punteras. Sin embargo, a la hora de los balances de su actividad en el Ayuntamiento, el resultado es gris. Decidió replantear los proyectos de Glòries y Sants, que ya habían sido consensuados con los vecinos. La oposición no quiere oír de sus ideas estrella del barrio Blau@Ictinea y las Puertas de Collserola. Eso sí, cuando habla de las smart cities en tribunas internacionales es casi un personaje de culto.
Hace poco más de un año, Vives vivía su primer revés, con la renuncia de Albert Cortina, su director de estrategia. Él y Albert Civit, el gerente adjunto de Urbanismo, hacían la pinza que traía a la tierra a Guallart. Cortina no soportó y decidió irse. Civit, que venía del Incasòl, era el gerente en la sombra.
Fuentes del Ayuntamiento aseguran que fue el mismo Trias el que pidió la incorporación de Vilalta, que se desempeñó como ingeniero jefe de la ciudad desde 2001 hasta 2006. Una vez más, una pinza de Albertos intentará ponerle seny al área de Hábitat Urbano, cuyo responsable máximo cree que el urbanismo ha muerto.
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