Centenares de estudiantes de secundaria toman la calle contra los recortes
Unos 3.000 alumnos claman a favor de la educación pública y han pedido la dimisión de Wert
Centenares de estudiantes de secundaria (unos 3.000 según la Guardia Urbana y 40.000 según los sindicatos convocantes) se han manifestado este mediodía por las calles del centro de Barcelona en protesta por los recortes en educación emprendidos por la Generalitat y el Gobierno central. La marcha se ha iniciado a las doce del mediodía de la plaza de la Universitat y ha transcurrido por la Via Laietana hasta acabar en la plaza de Sant Jaume, frente a la sede del Gobierno catalán, dos horas más tarde.
Bajo lemas contra la privatización y pidiendo la dimisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert, por sus intenciones de “españolizar” a los alumnos catalanes, la manifestación ha transcurrido sin incidentes, pero flanqueada en todo momento por cerca de una veintena de furgonetas de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra. Gritos de protesta se han llevado también las entidades bancarias, a las que los manifestantes acusaban de “culpables” de la crisis económica, que ha degenerado en recortes en pilares sociales tan básicos como la educación.
Jennifer Ros, de segundo curso del grado superior en ilustración, junto con sus compañeros de la escuela de arte Pau Gargallo de Badalona, sostiene una pancarta en la que se puede leer "Sin educación no pintamos nada". Estos alumnos de estudios artísticos se han unido a la protesta para mostrar su rechazo a la tasa de 360 euros que la Generalitat ha establecido para la FP superior. “A este ritmo vamos a tener que dejar de estudiar porque no lo vamos a poder pagar”, se queja Jennifer, que denuncia que los recortes han dejado a su centro sin recursos para hacer fotocopias y sin uno de los dos conserjes. “A veces son los profesores los que tienen que hacer de conserjes”.
Un grupo de estudiantes del instituto Montserrat Roig de Terrassa ha optado por una alentadora pancarta: "La esperanza es lo último que se recorta". Porque las tijeras las están notando por todos los lados. Los alumnos se quejan de hacinamiento en las clases, con 41 compañeros en el aula. “No cabemos y tenemos que coger sillas de otras clases y compartir mesas”, se quejan. También denuncian que han estado dos semanas sin hacer clases por la ausencia de su profesor. “Viene un profe de guardia, pero no avanzas temario, nos dedicamos a hacer deberes o estudiar”.
Pero en la manifestación no solo había estudiantes de secundaria. Cinco universitarias de tercer curso del grado en educación primaria de la Autónoma de Barcelona han decidido sumarse a la convocatoria para protestar por el aumento de las matrículas (en su caso, de 1.000 euros ha pasado a 1.600), pero también para mostrar su preocupación por su futuro como profesoras. “Después de la carrera, a lo mejor no tenemos trabajo”. Y es que el curso actual en Cataluña ha empezado con unos 3.700 profesores menos en todo el sistema educativo.
En Tarragona, medio millar de estudiantes ha partido desde la plaza del Imperial Tarraco y ha finalizado en este mismo punto tras recorrer la Rambla Nova. Las protestas han llegado este miércoles a las calles de otros municipios catalanes y a decenas de ciudades de todo el Estado.
Las manifestaciones forman parte del segundo día de huelga de 72 horas en la secundaria convocada por el Sindicato de Estudiantes y la Asociación de Jóvenes Estudiantes de Cataluña (AJEC). Durante la primera jornada de ayer, el paro tuvo un seguimiento desigual en los institutos, oscilando del 20% de seguimiento cifrado por el Ministerio de Educación al 70% apuntado por los organizadores. Mañana finalizará la huelga con una jornada a la que se sumará la Confederación Española de asociaciones de Padres y Madres de Alumnos.
Insumisión a las pruebas
El instituto Miquel Biada de Mataró (Barcelona) también se ha plantado ante los recortes, pero de una forma particular. Ha decidido no participar en las pruebas diagnósticas de 3º de ESO que organiza la Generalitat estos días. "Como medida de protesta ante la Administración nos negamos a hacer las pruebas", justifica el centro a través de un breve comunicado en su página web. El claustro denuncia que los recortes están comportando una "masificación" en las aulas (debido al aumento de la ratio de alumnos por clase) y una disminución de la atención a los estudiantes (por la no sustitución de las bajas hasta pasados 10 días lectivos). El claustro del instituto también rechaza la reducción en las becas y la eliminación de la subvención a las asociaciones de padres.
Fuentes del Departamento de Enseñanza han explicado a Europa Press que estas pruebas, que se celebran entre el 15 y el 26de octubre, son de obligado cumplimiento para todos los centros, por lo que esperan que el IES Miquel Biada recapacite y las acabe celebrando.
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