La Generalitat rebaja a la mitad su previsión de ingresos por la tasa turística
La administración autonómica ingresará 50 millones de euros al año por el nuevo gravamen El Gobierno catalán rectifica y asume el coste del IVA tras el enfado del sector turístico
La Generalitat apenas ingresará la mitad de lo que preveía inicialmente por la nueva tasa turística, que a partir del próximo 1 de noviembre gravará las pernoctaciones en establecimientos hoteleros de Cataluña. Tras aprobar el reglamento que regirá el gravamen, el Gobierno catalán anunció ayer que prevé recaudar por el nuevo tributo 50 millones de euros y no los 100 con los que contaba cuando introdujo la medida en la ley de acompañamiento a los presupuestos de 2012, en noviembre de aquel año.
La negociación primero con los operadores turísticos, que siempre se negaron a la implantación del nuevo gravamen, y después con el PP, que modificó también condiciones a cambio de apoyar las cuentas autonómicas de este ejercicio, han acabado laminando la capacidad recaudatoria de este impuesto.
A causa de esas negociaciones se ha acabado reduciendo la cuantía de la tasa, el número de sujetos afectados —quedan exentos los menores de 16 años, los beneficiarios de programas sociales y los cruceristas que pasen menos de 12 horas en tierra— e incluso el número máximo de días de aplicación —siete. Y, además, en última instancia, el Departamento de Economía se ha doblegado a las exigencias del sector turístico, que se negaba a tener que gravar con el IVA la tasa turística, como le comunicó el Departamento de Empresa la semana pasada por sorpresa.
Fruto de esa nueva modificación, la Generalitat incluye en la tasa final el IVA, lo que le supone reducir en cinco millones de euros la recaudación final.
Fuentes del Departamento de Economía aseguraron ayer que los 50 millones de euros “son solo una estimación” y que la cuantía final dependerá de la evolución del turismo en Cataluña. Este año el número de visitantes extranjeros crecía hasta agosto a buen ritmo, pero se reducía en lo que respecta a turistas del resto de España.
Todos los visitantes que pasen alguna noche en Cataluña deberán pagar la tasa. En Barcelona el importe fijado por la Generalitat será de 2,5 euros por día para los hoteles de cinco estrellas y los cruceros, de 1,25 cuando se trate de establecimientos de cuatro estrellas y de 0,75 euros para el resto de alojamientos. Fuera de la capital catalana, en el caso de hoteles de cuatro estrellas la tasa será de un euro y en el resto, de medio.
El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, aseguró ayer que, con la implantación de esta tasa, Cataluña se equipara a países como Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Austria y Holanda.
El 70% del dinero recaudado se lo quedará la Generalitat y el 30% restante irá a parar a las Administraciones locales. La única excepción se dará en Barcelona, donde la Generalitat y el Ayuntamiento de la capital catalana se repartirán los ingresos al 50%.
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