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Solo Agbar asegura su presencia en el concurso por Aguas Ter-Llobregat

Acciona y FCC no aseguraban pujar por la empresa pública a pocas horas de finalizar el plazo

Dani Cordero

La privatización de la gestión de Aguas Ter-Llobregat (ATLL) llega hoy a su recta final, fecha límite para presentar ofertas para controlar durante 50 años la empresa pública de la Generalitat. Ayer, al cierre de esta edición, solo Agbar confirmaba la presentación de su candidatura. Las direcciones de Acciona y FCC todavía deshojaban la margarita, según comunicaron sendos portavoces, que se negaron a ofrecer más datos al respecto. El alto coste de la inversión, 300 millones de euros en 2013 y otros 700 millones durante el resto de la concesión, ha complicado la creación de consorcios.

La cuantía de la operación ha provocado que Agbar haya conformado un gran consorcio del que solo será el tercer accionista, con el 25% de las acciones. Los fondos Caisse de Dépot (33%) y First State (30%) serán los principales socios, a los que se sumarán otros minoritarios, entre los que se encuentran Aigües de Terrassa, Aigües de Sabadell, Copisa, Acsa y Constructora de Calaf, que acumularán el 12% del capital restante.

Fuentes del sector explicaban ayer que Acciona estaba intentando armar una oferta junto con los fondos Sumitomo Corporation y Pioneer Funds, si bien la compañía evitó confirmar y desmentir ese extremo. Las dificultades para encontrar financiación en el mercado obligó a la Generalitat a retrasar una semana el plazo para presentar ofertas y flexibilizar la forma de pago, reduciendo de 400 millones a 300 millones de euros el pago inicial.

La empresa que gane el concurso se hará cargo de los activos de Aguas Ter-Llobregat y tendrá que gestionar el ciclo del agua entre la captación en las cuencas de los ríos y los depósitos municipales del área metropolitana de Barcelona, desde donde las suministradoras captan el agua que llevan a los hogares.

Aguas Ter-Llobregat ha cerrado con pérdidas en los últimos cuatro ejercicios, que fueron de 34 millones de euros en 2011. A esos resultados negativos se les añade la abultada deuda bancaria, que el ejercicio pasado se situó en 679 millones de euros, además de otros 104,6 millones adeudados a proveedores.

La de ATLL es la gran privatización prevista por el Departamento de Economía. La previsión de ingresos para 2012 y los años consiguientes son todo un balón de oxígeno para el consejero Andreu Mas-Colell, acuciado por la falta de liquidez de la tesorería autonómica y el objetivo de déficit para este año, limitado al 1,5%.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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