El PP busca un hueco a pie de calle
Los populares abren por vez primera en Euskadi cinco sedes electorales para poder ganar visibilidad. Basagoiti impulsa una estrategia que cree “crucial”
“El sábado, cuatro de las personas que entraron se afiliaron”. Luis Hermosa y Ángel Rodrigo, concejales del PP en Bilbao, comentaban ayer la marcha de la oficina electoral que el partido abrió el pasado viernes en pleno centro de la ciudad antes de dedicarle unas horas de trabajo.
El PP vasco ha hecho para el 21-O su mayor esfuerzo en ganar visibilidad social y normalidad en las calles de Euskadi, posible gracias al cese de ETA. El partido ha abierto cinco oficinas electorales a pie de calle (las tres capitales, Irún y Getxo), incluyendo lugares donde jamás en la historia las había tenido, como San Sebastián o la localidad fronteriza. Todas ellas en lugares muy céntricos.
Atendidas en un horario similar al de los comercios por afiliados y simpatizantes, y siempre con presencia de algún candidato o cargo público, las oficinas tienen varios objetivos directos: informar sobre el voto por correo y ayudar a tramitarlo, atender a quienes se ofrecen como interventores y apoderados electorales o quieren afiliarse, pero también recibir quejas, facilitar información o aclarar dudas como del ciudadano que entró en la de Bilbao temeroso por una posible supresión de los viajes del Inserso o el que en Vitoria dejaba un mensaje con la intención de que se le hiciese llegar a Basagoiti.
El partido llama a la movilización de su electorado ya desde su lema de campaña
Pero su valor, sobre todo, es claramente político: servir de escaparate para que los ciudadanos se acostumbren a la normalidad de la presencia a ras de calle de un partido que por la amenaza terrorista ha tenido que pasar muchos años y muchas campañas atrincherado. Esta decisión estratégica en la campaña fue impulsada por el propio presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti. “Resulta crucial después de años en que trataron de quitarnos de la calle de aquella manera y hemos resistido el embate”, asegura a EL PAÍS el candidato popular a lehendakari.
No solo era el peso de la amenaza terrorista, sino incluso la dificultad de encontrar a quien quisiera alquilarle una lonja al PP. En Bilbao, la última experiencia similar, de mucho menor calado, se remonta a las generales de 2004 y para encontrar la anterior hay que irse hasta los primeros años noventa. La de Getxo fue incendiada en 1995 o atacada tres veces en una semana en 2006. “Es el momento de ensanchar espacios para la libertad y, además del valor simbólico, también puede servir como termómetro del respeto a pluralidad de ciertos sectores”, apuntan otras fuentes guipuzcoanas. “Ahora estamos todos en la calle y es como si pasas delante de un batzoki”, apostilla Hermosa.
En un terreno más práctico, los populares consideran que se consigue un mayor efecto que con la publicidad sin disparar los costes.
La decisión se imbrica con la apuesta del PP por volcarse en la calle en esta campaña, saliendo de los hoteles y los lugares cerrados y buscando más que nunca desde su mismo inicio esta medianoche los espacios abiertos, en muchos casos plazas céntricas, recalca su máximo responsable y número dos del partido, Iñaki Oyarzábal. “La prueba del nueve es que nuestros propios votantes y simpatizantes se familiaricen y no tengan miedo de significarse entrando o saliendo de una de las sedes”, apunta.
La campaña, que presentó ayer en Vitoria, lleva por lema “Si tú no vas, ellos ganan”, un explícito llamamiento a la movilización de los votantes que apoyan en las autonómicas al PP menos que en los comicios nacionales. Esos “ellos” son los nacionalistas del PNV y de EH Bildu, que tienen sus electorados muy movilizados, consideran los populares.
Las sedes se cerrarán tras la conclusión de la campaña electoral el día 19. “Ahora el esfuerzo es trabajar para que esta presencia se pueda mantener en otro formato tras las elecciones”, concluyen Hermosa y Rodrigo.
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