Interior ha eliminado más de 500 vehículos policiales en un año y medio

La sangría económica en el Departamento de Interior, sometido a las estrecheces de la crisis, continúa pasando factura. Felip Puig, titular de la cartera, ha retirado ya más de medio millar de coches de la flota de los Mossos d’Esquadra. Con fecha junio de este año, no se ha renovado el alquiler de 503 vehículos en comparación con diciembre de 2010. Así, el parque móvil de la policía catalana consta en la actualidad de 3.093 coches patrulla, frente a los 3.596 de hace dos años, según se detalla en la respuesta a una pregunta parlamentaria del PSC. Eso supone una reducción de casi el 15% de la flota.

Esta situación ha sido denunciada repetidamente por los sindicatos policiales, que alertan de que contar con menos vehículos para patrullar afecta a la seguridad en Cataluña. Incluso en más de una ocasión han asegurado que varios agentes se han visto obligados a salir en furgones a patrullar o incluso a viajar cuatro personas en un vehículo camuflado, cuando lo habitual son dos. Felip Puig, siempre lo ha negado y ha reprochado a los representantes de la policía catalana que generen alarma entre la población.

En cifras, las regiones policiales Norte y Sur se llevan la peor parte del recorte de coches, con 111 y 154 vehículos menos, respectivamente. Especialmente relevante es el caso del área de L’Hospitalet de Llobregat, con 36 vehículos menos (de 75 a 39, casi la mitad). La ciudad, precisamente, ha vivido en las últimas semanas episodios de enfrentamiento en el barrio de La Florida, que han requerido una intensa presencia policial. También sufre con intensidad las políticas de redistribución del parque móvil ciudades como Gavà (de 66 a 40), Sant Feliu de Llobregat (de 49 a 25) y Granollers (de 71 a 48).

Interior se ha esforzado por mantener la flota en la región de Barcelona, donde se pasa de 497 a 474 vehículos. Sorprende, sin embargo, que Ciutat Vella, un distrito donde son habituales los tirones y la pequeña delincuencia, se lleve la mayor parte del recorte (de 43 coches a 29) junto al área de Barcelona (de 220 a 206).

El departamento también ha centrado buena parte de la reducción en los servicios centrales de la policía catalana, que se han quedado con medio centenar menos de vehículos (de 608 a 558).

“No se verá afectada la capacidad de respuesta” de los Mossos d’Esquadra, asegura por escrito Puig. El titular de Interior esgrime que gracias al “aprovechamiento de diferentes tipos de vehículos de dotación, junto con otras medidas de optimización de los servicios”, la calidad de las actuaciones y la seguridad no se verán afectadas. En marzo, cuando Interior detalló el primer recorte en la flota, cifrado entonces en 446 coches, un portavoz aseguró que el departamento se ahorraba más de cuatro millones no renovando esos servicios de alquiler.