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Oza y Cesuras inician su fusión en medio de un gran embrollo jurídico

La Xunta admite que la unión municipal no tiene "seguridad jurídica"

El concejal del BNG en Cesuras Lito Vázquez, ayer durante el pleno que decidió iniciar la fusión de este municipio con Oza dos Ríos.
El concejal del BNG en Cesuras Lito Vázquez, ayer durante el pleno que decidió iniciar la fusión de este municipio con Oza dos Ríos.GABRIEL TIZÓN

Es de órdago el embrollo jurídico sobre la mayoría de votos necesarios para fusionar dos municipios en Galicia. Con la celebración simultánea de sus plenos, comenzó ayer oficialmente el proceso para unir las localidades coruñesas de Oza dos Ríos y Cesuras. Los alcaldes y ediles del PP de ambos ayuntamientos aprobaron en solitario, valiéndose de sus mayorías absolutas, iniciar la tramitación de esa fusión. Sería, de llegar a buen puerto, la primera en 44 años en Galicia. “Pero aún falta mucho” para que sea una realidad, reconoció el regidor de Cesuras, Julián Lucas. En su corporación, a diferencia de la de Oza, donde el PP goza de amplia hegemonía, cuenta con la mayoría absoluta sin más (siete de once ediles). Y no es suficiente, según la ley gallega de Administración Local: establece que cualquier alteración o supresión de un término municipal requiere ser aprobada por una mayoría cualificada de dos tercios de los ediles. El propio Gobierno de Feijóo, que convirtió en un empeño personal promover esta unión, es plenamente consciente de que la unificación de Oza-Cesuras (nombre propuesto para el futuro municipio único) puede ser abortada.

La Asesoría Xurídica autonómica admite que el acuerdo puede ser impugnado

Bastaría con una impugnación ante los tribunales de los acuerdos adoptados ayer por los ediles del PP. El PSOE ya anunció que la presentará. En un informe emitido el pasado día 22, la directora de la Asesoría Jurídica de la Xunta, Cayetana Lado-Castro Rial, advierte de “la inseguridad jurídica y la confusión sobre el derecho aplicable” que pesa sobre este incipiente proceso de fusión. Y recomienda “que se proceda a una inmediata modificación legislativa” de la norma gallega “para garantizar la seguridad jurídica y evitar que cualquier interpretación que se lleve a cabo conduzca a una impugnación del acuerdo adoptado”.

Para Lado-Castro, el Parlamento gallego debería cambiar su ley de Administración local de 1997 para adaptar el artículo 32 a la norma estatal de Bases de Régimen Local. Ésta, al ser modificada en 2003, rebajó de mayoría cualificada a simple mayoría absoluta los votos necesarios en una corporación para aprobar su fusión con otra. La directora de la Asesoría Jurídica de la Xunta, en su informe de 24 páginas —que no sustituye, advierte, el que deberá realizar posteriormente su departamento para aprobar el expediente de fusión— recopila sentencias contradictorias sobre este asunto. Y considera que, a pesar de que Galicia tiene competencias exclusivas para alterar los términos municipales, debe prevalecer la normativa estatal “y básica” sobre la gallega. Lado-Castro la tacha incluso de “presuntamente inconstitucional”. Otras autonomías, recordó, ya corrigieron la contradicción de sus leyes con una modificación puntual.

Hay sentencias y legislaciones contradictorias sobre estos casos

Esta cuestión jurídica centró buena parte del pleno ayer de Cesuras y alimentó las advertencias de BNG y PSOE contra la fusión. Y es que no sólo hay jurisprudencia múltiple y contradictoria, sino también en el seno de la Xunta y del PP gallego. Ante la iniciativa del BNG de promover la fusión de los municipios lucenses de Alfoz y O Valadouro, ambos gobernados también por el PP, el director de Administración Local, José Norberto Uzal, en un informe emitido en enero, determinó que al ser competencia exclusiva de Galicia, prevalece la ley autonómica sobre la general y que el proceso requiere el voto de dos tercios de los ediles. El PP de O Valadouro, en minoría, logró tumbar la propuesta de fusión siguiendo ese argumento. Pero siete meses después, Uzal cambió de criterio para Oza y Cesuras. Dio, al igual que el asesor jurídico de la Diputación coruñesa, también del PP, el aval a que su partido tramite en solitario la unión de estas localidades de la comarca de Betanzos.

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Para más confusión, también hay otro reciente informe del Consello Consultivo de Galicia. Al resolver otra cuestión sobre el caso de Alfoz y O Valadouro, esta institución asesora de la Xunta, que también deberá pronunciarse sobre la legalidad del caso de Oza-Cesuras, determina “la necesidad de que el acuerdo plenario fuese adoptado con la mayoría reforzada a la que se refiere” la ley gallega. Ayer, para más surrealismo, el PP de Cesuras aprobó iniciar la fusión con Oza “de acuerdo” con ese polémico artículo 32 de la norma autonómica pero sin cumplirlo: no alcanza los dos tercios de la corporación que requiere ese texto legal.

Acarreo de votos y conejillos de Indias

Hubo abarrote ayer en la pequeña sala de sesiones del Ayuntamiento de Cesuras (2.225 habitantes). Decenas de vecinos, partidarios de las tres formaciones, se movilizaron para asistir al pleno en el que el PP aprobó en solitario iniciar los trámites para fusionarse con Oza dos Ríos (3.229). Aunque, durante la sesión tensa y larga, ganaron por goleada, en aplausos y protestas, los contrarios a un proceso que rechazan los ediles del BNG y PSOE, por opaco e impuesto.

La víspera, una plataforma vecinal contra esta unión presentó más de un millar de firmas pidiendo la paralización del proyecto. Habrá que ver si realmente son residentes en Cesuras, se preguntó el portavoz del PP. Quien no lo es es el alcalde, Julián Lucas, “nacido en Cuenca gracias a Dios”, replicó a la oposición. Ni siquiera vota en el municipio que gobierna. “Aunque llevo desde 1991 trabajando por Cesuras”, se defendió Lucas, empadronado en A Coruña. “Mejor sería que hubiese nacido en Cesuras y gobernase Cuenca”, ironizó Lito Vázquez, del BNG. Para la socialista Pilar Pedreira, es lamentable “que el futuro del municipio lo decidan gente de fuera”, como su regidor y Alberto Núñez Feijóo.

Para la oposición, hay unanimidad en considerar este proyecto de fusión, empeño personal del presidente de la Xunta y del PP gallego, “un experimento”. “Está avalado por informes ambiguos e imprecisos, realizados a medida de los intereses políticos del PP y del alcalde”, acusó Vázquez. “Somos conejillos de Indias”, asintió Pedreira. La petición de ambos de que se celebre una consulta popular entre los vecinos para medir su aceptación del proyecto es, para el PP, “inoportuna políticamente e inapropiada legalmente”. La cena-mitin, con amplia presencia de conselleiros de la Xunta y dirigentes del partido, con la que el PP agasajó a vecinos para “venderles” la fusión fue muy criticada. “Compra voluntades como cuando van a las casas a buscar a la gente para obligarles a ir a votar”, denunció Vázquez. “Y se seguirá haciendo”, gritó entre el público el hijo de un edil del PP.

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