Más de tres años de Cámara

Del 3 de abril de 2009, cuando se celebró el pleno de constitución, al 28 de agosto de 2011. Tres años y casi cinco meses de legislatura que concluyeron ayer con la firma por el lehendakari, Patxi López, del decreto de disolución de la Cámara y la convocatoria de comicios para el próximo 21 de octubre que hoy publicará el Boletín Oficial del País Vasco. El Parlamento se disuelve formalmente para dar paso a la formación de la Diputación Permanente, integrada por 23 de sus 75 miembros.

La Cámara se disuelve con un balance de 34 leyes aprobadas, 13 más en tramitación y la sensación de haber asistido a una clara apertura en el juego entre los partidos, con coincidencias, por ejemplo, entre PNV y PP, sobre todo en materia fiscal y económica, pese al pacto de gobierno entre populares y socialistas. Entre las leyes que se han quedado en el tintero está la Municipal, una de las prioridades del Ejecutivo al ser Euskadi la única comunidad autónoma que carece de ella.

El documento Bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca, rubricado por socialistas y populares en marzo de 2009, permitió a López convertirse en el primer lehendakari socialista tras 29 años de Gobiernos nacionalistas y liderar “el cambio” en Euskadi. El documento recogía pactos en materia antiterrorista y medidas contra la crisis, entre otros. La popular Arantza Quiroga se convirtió en presidenta de la Cámara.

Las 34 leyes aprobadas por el Parlamento —las más importantes de ellas los tres presupuestos pactados con los populares— suponen, a juicio de los socialistas, “una buena producción”. El secretario general de su grupo parlamentario, Óscar Rodríguez, sostuvo el pasado julio que el Parlamento había recuperado “el pulso legislativo” con el Ejecutivo de su partido. “La mayor productividad de normas no se da, por lo general, en la primer legislatura, sino en la segunda o la tercera. Por eso estamos muy satisfechos”, declaró en defensa de la gestión socialista. El Ejecutivo precedente, encabezado por Juan José Ibarretxe, sacó adelante en su primer mandato 14 leyes, mientras que en el tercero y último dio salida a 46.

La media productiva de los diferentes Gobiernos en democracia ha sido de 39,3 normas por legislatura. “Hemos demostrado en el Parlamento que se puede gobernar sin crispar a la sociedad. La fórmula: trabajar mucho y buscar el acuerdo”, resumió ayer Rodríguez a EL PAÍS el sentimiento socialista.

De su lado, la oposición acusa a los socialistas de no haber cumplido con su calendario legislativo. Critica que de las 48 leyes que estaban previstas inicialmente solo se han aprobado 21, a las que se han sumado otras “que no eran tan importantes”, y que trece proyectos están actualmente en tramitación, la mayoría sin los apoyos necesarios para progresar.

La ley Municipal es una de esas normas. Euskadi es la única comunidad que no la tiene y el Gobierno fijó su aprobación como objetivo prioritario. Pero la ley ideada para regular las competencias de los Ayuntamientos, su financiación y relaciones con las Diputaciones se encontró desde el primer momento con el bloqueo de PNV y PP al considerar ambas formaciones que atentaba contra las atribuciones forales. Bizkaia, en manos nacionalistas, recurrió la ley ante la Comisión Arbitral, lo que retrasó meses su tramitación.

El marcaje al Gobierno por parte del PNV en su primera experiencia en la oposición ha sido una constante. Los nacionalistas han acribillado al Ejecutivo con solicitudes de información, actas de reuniones y consejos y preguntas para su respuesta por escrito. Solo en los seis primeros meses de Gobierno socialista, el primer partido de la oposición acumuló casi mil iniciativas. Ha cerrado el curso con unas 9.000, el doble de las de todos los demás grupos juntos. El parlamentatio más activo ha sido Ricardo Gatxagaetxebarria, quien ha firmado más de 1.300 peticiones.

Otro de los hitos de la Cámara ha sido la aprobación, por amplia mayoría, de la creación de la ponencia para la paz y la convivencia, que se encarga de gestionar el final de ETA.

Además, ha visto el desarrollo de dos comisiones de investigación, una sobre presuntas irregularidades en el anterior Departamento de Sanidad y otra sobre la supuesta trama corrupta del caso De Miguel y sus derivadas que han ahondado el enfrentamiento entre PNV y socialistas.