El Aquarium se sumerge en la fiesta

“Es un sitio sorprendente, donde se aprende mucho y puedes incluso ver cómo dan de comer a los peces”. José Luis es uno de los más de 2.000 turistas que pasan cada día por el museo Aquarium, de San Sebastián, para observar sus 34 acuarios y conocer de primera mano la historia de la ciudad en relación con el mar. “Además, está en un lugar increíble”, dice.

Las txosnas y los eventos de la zona del puerto y las atracciones del Paseo Nuevo, sitúan al museo en pleno centro de la actividad festiva de la Semana Grande donostiarra. Varios actos organizados por el Aquarium han estado incluidos en el programa de fiestas, como el concierto que los hermanos Iñaki y Beñat Revuelta ofrecieron el jueves en la sala Auditórium, junto al museo, y en el que interpretaron 12 temas de cantautores vascos cuyas letras guardan relación con historias marinas.

La cuarta edición de la Semana de Cine y Mar, que arrancó el miércoles, también está incluida en el programa oficial de la fiesta. La propuesta consiste en la proyección de una serie de documentales que permiten al espectador conocer más los secretos que esconde el mundo marino. Las películas se emiten en sesiones matinales de entrada gratuita en la sala Auditórium, y la de mañana será la última de esta edición.

El ir y venir de la gente es continuo durante todo el día, tanto en el museo como en su tienda, que ofrece todo tipo de souvenirs para los turistas.

Llegada la noche, las explanadas del Aquarium se llenan de gente que busca un sitio privilegiado desde el que ver los fuegos artificiales. Las reformas que se hicieron alrededor del museo durante 2006 y 2008, mejoraron su accesibilidad, y permiten que alrededor de mil personas se agolpen cada día junto al edificio para ver los espectáculos pirotécnicos lanzados desde Alderdi Eder.

Las reformas también concedieron al Aquarium la posibilidad de ampliar el exterior de su restaurante y colocarlo a la altura del Paseo Nuevo. El restaurante Bokado goza así de unas vistas ejemplares que atraen a los clientes, y de un espacio clave para integrarse, tanto de día como de noche, en el ambiente festivo de la Semana Grande.