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Disuelta la fundación en la que Porro gastó un millón en vísperas electorales

El Puerto de Vigo alega ahora falta de medios para cerrar el ‘chiringuito’

La polémica Fundación Puerto de Vigo (FPV) que montó Corina Porro en su etapa de presidenta del puerto vigués y candidata a la alcaldía de la ciudad, ha dejado de existir. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó ayer una orden de la Consellería de Presidencia que ratifica la extinción del chiringuito, acordada por su patronato el pasado 27 de junio, después de consumir al menos un millón de euros, más de la mitad provenientes de fondos públicos, en actividades que en su inmensa mayoría solo existieron sobre el papel. La orden de extinción publicada ayer confirma, según el PSdeG, que la FPV “fue concebida como agente electoral del PP”. Los socialistas estudiarán “la posible existencia de malversación de fondos en la creación y gestión” de la fundación y exigirá la comparecencia del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, para que lo explique.

La FPV se constituyó el 16 de abril de 2010 con mucha fanfarria mediática para “promover, desarrollar, impulsar y acercar al ciudadano la faceta más social del puerto, de sus empresas y de su entorno con el fin de contribuir, desde una vocación de servicio, al desarrollo social de Vigo, Galicia y España”. También para “contribuir al fomento de la cultura en su ámbito de influencia”, según recogían sus estatutos y la orden de la Consellería Presidencia que oficializó su registro y la catalogó como “fundación de interés gallego”.

El PSOE ya denunció en esos primeros momentos que la FPV era un chiringuito o plataforma electoral para facilitar la vuelta de su presidenta, Corina Porro, a la alcaldía de Vigo. La FPV desarrolló el grueso de sus actividades reconocidas en 2010 y, al socaire de las mismas, Porro pudo aparecer frecuentemente en los medios con una impronta filantrópica durante esa primera etapa de ocho meses. En el ejercicio de 2011, la FPV redujo drásticamente su presencia pública. Concentró su programación en el primer trimestre —las elecciones se celebraron el 22 de mayo— y algunas de sus actividades, aunque tuvieron alta repercusión mediática, como la emisión desde la Estación Marítima del programa El gato al agua, de la televisión ultraderechista Intereconomía, no tuvieron traslación a sus cuentas.

La ausencia de rigor en esas cuentas, con asignaciones estrambóticas en los desgloses de las diversas partidas que las componen, desvelan enseguida el escaso reflejo de la realidad a que están obligadas y empañan de cabo a rabo la ejecutoria pública de la FPV. A caballo de los ejercicios de 2010 y 2011 la fundación acreditó un presupuesto de gasto de 951.042 euros, de los que 494.807 fueron consumidos en 2010 y el resto preveía gastarlos durante 2011 en una programación que solo alcanzó una ejecución anecdótica. No obstante, para el actual ejercicio de 2012 la FPV preveía recibir rentas “procedentes de subvenciones sobre proyectos ejecutados en 2011”, sin concretar a qué proyectos se refería ni su cuantía.

No registraba actividad desde las elecciones locales del año pasado

EL PAÍS pudo constatar que las principales aportaciones a la FPV procedieron de las arcas públicas, hasta sumar 532.000 euros. El Igape, a través de diversos convenios, fue su principal financiador (289.192 euros), pero también realizaron aportaciones relevantes el Xacobeo (86.768 euros en 2010) o la Consellería de Traballo e Benestar (61.741), además de la propia Autoridad Portuaria de Vigo (80.000). El resto de las aportaciones más significativas procedió de los patronos, encabezadas por la de Novacaixagalicia, con 100.000 euros, y de empresas adjudicatarias de obras y servicios de la Autoridad Portuaria, que presidía la propia Porro.

Cuando las elecciones municipales frustraron sus expectativas a la alcaldía de Vigo y poco después fue relevada en el Puerto por Ignacio López-Chaves, la FPV entró abiertamente en “zona oscura”, hasta el extremo de que el nuevo presidente portuario ni siquiera respondía a si también lo era de la FPV cuando lo era, según se supo luego, desde meses antes, e incluso esperaba percibir imprecisas “rentas” por actividades de la FPV desconocidas.

En todas estas circunstancias los socialistas atisban una “posible existencia de malversación de fondos públicos en la creación y gestión” de la FPV, según un comunicado difundido ayer por su portavoz parlamentario, Abel Losada, que la tachó de “chiringuito concebido para financiar las campañas electorales del PP” y juzgó su historia como “una prueba más de que el discurso de austeridad de Feijóo no es más que puro teatro y palabras vacías”.

Los socialistas pedirán a Rueda que lo explique en el Parlamento

El patronato de la FPV, según la orden de la Consellería de Presidencia que publicó ayer el DOG, justifica el acuerdo de extinción de la misma en “la insuficiencia de medios materiales que determina la imposibilidad de realización del fin fundacional”. Esa consellería ha ejercido el protectorado de la FPV, es decir, el control administrativo del cumplimiento de sus fines y de sus cuentas, y los socialistas, según anunció ayer Losada, reclamarán la comparecencia parlamentaria del conselleiro Alfonso Rueda, a su vez secretario general del PP gallego, para que explique las cuentas y el grado de cumplimiento de los objetivos planteados en la constitución de la FPV.

El PP, afirmó Losada, “debe dar cuenta de su gestión de las entidades públicas y de cómo anteponen sistemáticamente los intereses partidarios al interés general de Galicia, tanto desde la Xunta como desde la FPV”.

Falsedad documental

Un juzgado de Vigo tramita las diligencias previas de una querella por falsedad documental contra Corina Porro en relación con el cese o “dimisión” del primer director-gerente de la Fundación Puerto de Vigo (FPV), Pablo Alborés, que permaneció apenas dos semanas en el cargo. El procedimiento está estancado desde hace meses en la Audiencia Provincial, donde el querellante recurrió la denegación de pruebas por el citado juzgado. En la instrucción se ventila una presunta falsificación de actas del patronato y del supuesto escrito de dimisión de Alborés: dos líneas sobre un folio en blanco que el secretario de la Autoridad Portuaria de Vigo, José Ramón Costas, declaró haber recibido del director del Puerto, Luis Lara —cuyo cese también publicó ayer el Diario Oficial de Galicia—, por encargo de la presidenta, Corina Porro. El escrito lleva fecha de 28 de abril de 2010, la misma que figura en otro documento firmado por Porro otorgando una excedencia a Alborés.

En estas diligencias, un patrono relevante de la FPV, José Silveira Cañizares, presidente del grupo Nosa Terra, contradijo la versión de hechos ofrecida Porro. Silveira tuvo a su vez un papel destacado en la elaboración de las erráticas cuentas de la FPV, junto con su nuera, Paula Cerdeira, que cobró de la misma unos 100.000 euros por imprecisas asistencias.

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