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BILBAO

Goya recibe en el museo

La exposición de las series de grabados del pintor aragonés atraen al público al Bellas Artes en una jornada de entrada gratuita

Varias personas esperan en la mañana de ayer la apertura del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Varias personas esperan en la mañana de ayer la apertura del Museo de Bellas Artes de Bilbao. LUIS ALBERTO GARCÍA

El escritor Juan Bas volvió ayer al Museo de Bellas Artes de Bilbao para reencontrarse con uno de los recuerdos de su infancia. “Vamos a ver los aguafuertes”, le decía su padre cuando era un chaval y salían pitando hacia el Museo de Bellas Artes, que en los años 70 todavía tenía expuestos en su colección permanente los grabados de Goya. Día festivo, cielo nublado y miércoles —la jornada de entrada gratuita al Bellas Artes— se sumaban al atractivo de la exposición temporal Goya. Estampas de invención, que presenta las 224 estampas de las series Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates, propiedad del museo, para atraer al público.

Estampas de invención presenta al Goya más libre y creativo rodeado de obras de maestro del grabado que recorren cinco siglos de arte europeo, desde Alberto Durero y Francis Bacon.

Bas, acompañado por su familia, dedicó ayer la hora del aperitivo a visitar la exposición de Goya. “¿Ah ¿pero hoy no cobran?”, preguntó al llegar a la taquilla. Como otros muchos visitantes que acudieron al museo en un lento, pero constante goteo no había caído en la cuenta de que los miércoles la entrada es gratuita. “No me gustan los toros, pero me encanta el movimiento que se refleja en los grabados de la Tauromaquía”, contaba el autor de Alacranes en su tinta. “Y recuerdo de memoria las estampas de los Disparates y los Desastres de la guerra, que me impresionaron cuando los vi de niño”.

Bilbaínos y turistas se mezclaban en

El público se concentraba ayer en las salas que muestan los grabados de Goya. Las bolsas del Guggenheim revelaban que muchos visitantes eran turistas de paso por Bilbao que antes habían pasado por el otro gran museo de la capital vizcaína para visitar la exposición de David Hockney. La tinerfeña Rosa María Hernández, maestra jubilada, pasa sus vacaciones en el País Vasco sin dejar de conocer todos los rincones recomendados en las guías. “Velázquez y Goya son mis artistas favoritos y no podía dejar pasar la oportunidad de disfrutar de sus grabados”, decía. “Me ha impresionado el nivel de los museos vascos, tan bien cuidados. No me importaría haber pagado la entrada porque creo que se debe contribuir a la protección del patrimonio”.

En las solitarias salas de arte antiguo, Mario y Bea, catalanes, de 26 años, contemplaban las obras flamencas. Los padres de Mario conocieron el museo en las vacaciones del año pasado y les recomendaron la visita. “Vale la pena disfrutar del arte antiguo con esta clama”, decían. Pero no todos los visitantes del museo en un día festivo de agosto eran turistas. Valentín García de las Heras, por ejemplo, bilbaíno, acudió a pasar la mañana en el museo después de muchos años de ausencia para disfrutar de Goya y “ver las donaciones que han hecho los ilustres del País Vasco”.

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