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DÍAS DE DIVERSIÓN

Con dos tibias y una calavera

Arranca la Semana Grande de San Sebastián con un cañonazo protagonizado por el colectivo Piratak Representantes de todos los partidos se suman a la celebración

Luis Mocoroa, artillero mayor de la Sociedad Gastronómica, prende el cañón para abrir la Semana Grande.
Luis Mocoroa, artillero mayor de la Sociedad Gastronómica, prende el cañón para abrir la Semana Grande.JAVIER HERNÁNDEZ

El escenario sobre el que ayer los piratas y una nutrida representación del pleno del Ayuntamiento de San Sebastián —ningún partido se quiso perder el momento— entonaron el Artillero dale fuego como arranque de la Semana Grande donostiarra parecía más pequeño que nunca. Cerca de 40 personas se apiñaron en la tarima entre representantes del colectivo elegido para acompañar a los integrantes de la Gastronómica y a su artillero mayor, Luis Mocoroa, y políticos. Fue una especie de metáfora del espíritu ese de participación con el que se quiere imbuir la fiesta en la capital guipuzcoana, porque a diferencia de otros años, representantes de Bildu, PSE, PP y PNV bajaron hasta los pies de los jardines de Alderdi Eder para sumergirse en la fiesta y no se quedaron en un segundo plano en la balconada del Ayuntamiento.

Los piratas consiguieron tras 10 años de trayectoria el principal reconocimiento que les puede brindar la Semana Grande de San Sebastián. El colectivo, que poco a poco ha ido organizando una fiesta a su medida con el popular abordaje y conseguido atraer a centenares de donostiarras, veía recompensado su implicación en las fiestas. De hecho, sólo desde el año pasado la principal propuesta de los piratas, el conseguir llegar con balsas caseras desde el Puerto a La Concha se incluye en el programa oficial de la Semana Grande y cuentan con un espacio propio, en el que poder organizar comidas, conciertos y concursos, entre otros actos.

Políticos y piratas entonaron juntos el tradicional ‘Artillero, dale fuego’

Los tambores y aguadoras de la Gastronómica animaron los minutos previos al cañonazo, mientras los protagonistas del acto, los piratas saltaban entre el alcalde, Juan Karlos Izagirre, y los ediles Denis Itxaso (PSE), María José Usandizaga (PP) y Eneko Goia (PNV), entre otros. Todos lucían pañuelos negros al cuello y algún otro detalle como el del concejal socialista que se atavió también con un parche en el ojo decorado con una calavera y dos tibias.

La confraternización entre unos y otros dejó incluso instantáneas para el recuerdo, como la de Izagirre y Usandizaga, agarrados por los hombros botando al ritmo de los tambores, a pesar de que una estampa similar —el famoso brindis entre el dirigente de Bildu y el portavoz de los populares, Ramón Gómez Ugalde, de las pasadas fiestas—, dejó un poso amargo para el PP.

“Ha estado todo el Ayuntamiento. Ha sido algo muy bonito”, dice Izagirre
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“Hemos estado todo el Ayuntamiento, ha sido algo muy bonito, nos hicieron la invitación para que cantáramos con ellos y ya ha empezado la fiesta”, subrayó Izagirre después de que el estruendo del cañonazo recorriera Alderdi Eder. El alcalde animó a recorrer la ciudad y a toparse con la fiesta, porque “no hacen falta programas, todo el mundo se lo va a pasar muy bien y va a poder disfrutar de la ciudad”, añadió Izagirre, que además reconoció que “aparte del protocolo”, encara la Semana Grande “con muchas ganas de bajar y disfrutar de la fiesta, pasear y lo que vaya saliendo”.

Con un calendario más preciso Marta, de 42 años, su madre y sus hijos, salían corriendo tras el cañonazo en busca de las primeras atracciones en las que poder subir a los niños. “Ir a la feria, a la Parte Vieja, cabezudos, fuegos, comer pizza, bocatas. De todo. Ir al cine también”, enumeraba Ohiane, de nueve años, como resumen de lo que le espera de aquí hasta el próximo sábado.

Producción local

  • El Ayuntamiento de San Sebastián ha optado este año por diseñar un programa con el que fomentar los productos locales, además de la participación y el euskera.
  • El Concurso para Jóvenes de Ensalada con Productos del País celebrará su primera edición el miércoles en el Mercado de la Bretxa.
  • Con mayor tradición, el día 18 la plaza de la Constitución acogerá el quinto Concurso de Marmitako.
  • Además, la plaza de Cataluña recreará a lo largo de la semana una sidrería, donde se ofrecerán cenas con el menú típico de estos establecimientos.
  • También hasta el próximo sábado la calle Loiola alberga un mercado especial de productos agrícolas de Euskal Herria.

“Los mayores y los pequeños, en Donosti todo el mundo se lo pasa en grande”, apuntalaba la abuela, mientras la familia asentía con la cabeza, tal vez por eso de que han cogido las fiestas con ganas, porque aunque de San Sebastián, por motivos laborales viven en Madrid. Y la última recomendación, aunque eso sí, no apta para todos los bolsillos; “las cenas de gala. Son importantísimas las fiestas de la víspera de la Virgen. Hombre, pues una cena muy elegante, la misa y todo eso. Aquí en todos los restaurantes hay, pero de 100 euros no te baja”, detallaba la madre, tras asegurar que por no romper su tradición, por supuesto, este año también cena por todo lo alto.

Más modestos pero también en la línea clásica, entiéndase helados y fuegos artificiales, dos parejas desgranaban el programa para perfilar la tarde. “Llevo siete años viniendo aquí, fundamentalmente por los fuegos artificiales”, puntualizó Juan, de 67 años y catalán, especialista en recorrer diversas ciudades y municipios para simplemente observar los espectáculos pirotécnicos. ¿Por qué? “Porque en el Mediterráneo tenemos mucho carácter de fuego y fiesta”.

A escasos metros y cuando el barullo del cañonazo comenzaba a desintegrarse, una pareja de ancianos, sentados en un banco, parecía reponer fuerzas. Ellos, de Amara Viejo, se quedan con los bailes, pero “bailar, no hacer así”, precisaba Juani, de 77 años, y su marido de 87, mientras gesticulaba con las manos como si interpretara una especie de jota, “pasos dobles, tango, vals, que es lo nuestro. Y, ¿para que queremos más?”.

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