El Gobierno vasco e Iberdrola ya han sustituido 30.000 contadores eléctricos
Está previsto que a final de 2012 se hayan instalado 105.000 equipos en Bilbao y Portugalete El plan para lograr una red eléctrica "inteligente" también afecta a los centros de transformación
El proyecto Bidelek Sareak para la modernización de las redes eléctricas en Euskadi, desarrollado por el Gobierno vasco a través del Ente Vasco de la Energía (EVE), y por Iberdrola, ha sustituido en los seis primeros meses de trabajo más de 30.000 contadores eléctricos por otros de tecnología digital en las áreas de Bilbao y Portugalete.
El director general del EVE, José Ignacio Hormaeche, y José María Grijalba, de Iberdrola Distribución, hicieron ayer balance de lo avanzado por el programa en los meses transcurridos desde el arranque de su actividad de campo a comienzos de este año.
Además de los 32.530 contadores sustituidos, se han instalado y certificado 138 centros de transformación eléctrica modernizados. El coste del proyecto hasta el momento asciende hasta los cinco millones y medio de euros. Para finales de año, el objetivo es alcanzar un total de 105.000 contadores digitales instalados.
El plan Bidelek Sareak contempla como objetivo final para 2014 la implantación de 230.000 contadores digitales en sustitución de los analógicos y la adaptación con tecnología "puntera y de vanguardia", en palabras de Grijalba, de 1.100 centros de transformación de Bilbao y Portugalete. También se modernizarán dos subestaciones eléctricas en la zona de Lea-Artibai y se construirá una tercera que incorpore la tecnología "más avanzada".
El objetivo de este programa de colaboración público-privada, anunciado en 2011, es doble: Modernizar la red eléctrica vasca con tecnología puntera -lo que, según Hormaeche, permitirá avanzar en eficiencia, sostenibilidad y calidad del servicio- y servir como tractor de la innovación a las empresas del sector en Euskadi.
El presupuesto total del proyecto es de 60 millones de euros aportados por Iberdrola (54%) y Gobierno vasco (46%), según los porcentajes acordados en su momento.
Según afirmó Grijalba, los usuarios no deberán costear la renovación de los contadores, algo que por otra parte es una obligación legal de la eléctrica, aunque sí experimentarán variaciones en sus facturas mensuales, ya que Iberdrola cambiará los precios de alquiler de los aparatos. El alquiler de los contadores monofásicos aumentará 0,27 euros al mes (de 0,54 a 0,81), mientras que el de los trifásicos descenderá 0,36 euros mensuales (1,51 a 1,15).Según Grijalba, este incremento es el medio que la empresa tiene para financiar la inversión.
Una vez finalizada esta fase de ejecución, la eléctrica extenderá el plan al resto del País Vasco, ya que existe una obligación legal de renovar y modernizar los sistemas de distribución de las redes eléctricas en todo el Estado para el año 2018. La eléctrica también trabaja, por tanto, en este sentido en otros territorios, para cumplir con una exigencia de renovación cuyo coste total en los próximos años se acercará a los 2.000 millones de euros.
