El Gobierno y el PP cargan contra el pacto fiscal de la Generalitat

La promesa de Mariano Rajoy de “escuchar” la propuesta catalana de una nueva financiación de la Generalitat, el denominado pacto fiscal, quedó ayer seriamente en entredicho. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó claro que al Gobierno no le gusta la propuesta aprobada el miércoles por el Parlamento catalán que pide dotar a Cataluña de una financiación similar a la del País Vasco, esto es, con una agencia tributaria propia que recaude todos los impuestos. Para Montoro, que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, vea en el pacto fiscal la solución a los graves problemas de liquidez es “un engaño a los ciudadanos”. Tanto el PP como algunas de las comunidades receptoras netas en el actual sistema de financiación rechazaron de plano la demanda catalana.

Artur Mas aseguró ayer que el pacto fiscal es la solución “a casi todas las necesidades” catalanas. Según Montoro, en cambio, este tipo de afirmaciones suponen “una ventana para escapar que no lleva a ningún lado”. El ministro también insistió en que el debate sobre el pacto fiscal llega en el peor momento por la desconfianza que pesa sobre España. “Hoy no puede haber un discurso más inoportuno y más contradictorio que decir a estas alturas de la crisis que una comunidad puede salir de la recesión desde su propia soledad y aislamiento”. De ahí que abogara por que España tenga una estructura institucional “clara” para poderse presentar como un país “solvente”.

Las críticas a la apuesta catalana también llegaron desde Andalucía, Galicia, Madrid y Castilla y León. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, considera que el debate es una pérdida de tiempo, informa José Precedo. “Si los gobernantes de Cataluña estuvieran por lo que tienen que estar, tendrían más tiempo para solucionar los problemas que tienen”, dijo. Y advirtió de que Galicia no tolerará una reducción de sus ingresos: “En el sistema anterior pactado por el PSOE, el PSC, ERC e ICV llevó el 31% y Galicia el 0,8%. Cataluña mejoró en 1.900 millones de euros y Galicia en 50 millones”.

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, ve en el pacto fiscal una “deriva” hacia “un camino peligroso” y “no transitable”. En cualquier caso, la postura de Montoro se extiende también a varios barones populares y dirigentes nacionales del partido, quienes critican lo que consideran el carácter “insolidario” del pacto fiscal, desde el presidente extremeño, José Antonio Monago, al número dos de Esperanza Aguirre, Ignacio González.

Carlos Floriano considera que no es el momento “para hablar de pacto fiscal, sino de consolidación fiscal”.

El vicesecretario del PP, además, pidió ayer al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que aclare si respalda o no el apoyo del PSC salvo en la reclamación de una hacienda propia, mientras que el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica de los socialistas, Antonio Hernando, se dirigió directamente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para exigirle una aclaración sobre el apoyo de Alicia Sánchez-Camacho a Mas. “Es casi esquizofrénico”, opinó, “que el PP sustente el Gobierno nacionalista de Artur Mas, que ahora le va a reclamar al propio Rajoy el concierto económico y, encima, intente pedir explicaciones al PSOE”. El PSC, para evitar nuevos roces con el PSOE, dejó claro ayer, por boca de su líder, Pere Navarro, que considera “imposible” que el Congreso acepte el pacto fiscal.