Luz en el conflicto de Santana Motor

“Empezamos a ver un poco de luz al final del túnel”. La frase de un portavoz de los extrabajadores de Santana Motor refleja el optimismo con el que este jueves han abandonado la reunión de la comisión de seguimiento con la Junta para avanzar en el cumplimiento del plan social suscrito el pasado año, cuando el Gobierno andaluz cerró la empresa automovilística de Linares (Jaén) de la que era accionista principal.

Tras más de siete horas de encuentro se han logrado desbloquear las trabas burocráticas que, a juicio de la Consejería de Economía, estaban frenando las pólizas de prejubilación para los más de 800 empleados mayores de 50 años. Obstáculos que pasaban, principalmente, por las resistencias de la Intervención de la Junta a asumir la Orden del 14 de marzo de 2011. Hasta el momento solo se ha aprobado la prejubilación para los empleados de Matresur, una de las firmas del parque de proveedores de Santana, pero ahora se espera agilizar el resto, empezando por las de Arpa y otras tres empresas pequeñas.

Ni la Junta ni los representantes sindicales informaron la noche del jueves del contenido de la reunión (los extrabajadores informarán este viernes en asamblea a sus compañeros en Linares) a la espera de mantener un nuevo encuentro el próximo día 20. Sin embargo, fuentes presentes en la comisión han informado de que también se han producido avances en la situación del colectivo de menores de 50 años, que esperan su recolocación, y en los del grupo que esperan los cursos de formación. Los sindicatos apremiaron a la Junta a impulsar un proyecto industrial alternativo al cierre de Santana, por cuanto entienden que el plan Linares Futuro está estancado.

Desde la parte laboral se valora que la Junta haya reforzado los equipos de la comisión de Santana desde la fusión de las consejerías de Empleo y de Economía. “Ahora se trabaja a mayor velocidad”, ha indicado un portavoz de los extrabajadores, que en principio, pospondrá cualquier movilización hasta conocer el resultado de la reunión de la próxima semana. Aunque el desánimo crece en un colectivo que empieza a agotar sus prestaciones por desempleo, este jueves al menos se ha encendido una luz para zanjar el conflicto.