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Santana Motor se disuelve tras 50 años de actividad

Ginés Donaire

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Medio siglo después de que empezaran a fabricarse los primeros Land Rover, la factoría automovilística Santana Motor de Linares (Jaén) ha certificado su disolución, que viene a culminar el acuerdo alcanzado el pasado mes de febrero entre empresa y sindicatos para la prejubilación de unos 800 trabajadores (todos mayores de 50 años) y dejando apenas 300 activos en el parque empresarial ahora denominado Linarejos. La junta general de accionistas de Santana se reunió ayer en la sede de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) y aprobó la disolución de la compañía y la apertura del periodo de liquidación.

Santana Motor, la única empresa automovilística de capital andaluz, ha estado en manos de la Junta de Andalucía desde el año 1994, cuando salió al rescate tras la suspensión de pagos presentada por la multinacional japonesa Suzuki. En todo este periodo, el Gobierno andaluz ha tenido que enjugar pérdidas en la compañía por valor de 287 millones de euros, y sólo en tres ejercicios la empresa cerró con un balance positivo.

El consejero de Economía, Antonio Ávila, justificó ayer la disolución de Santana para "culminar" un proceso de "diversificación", pero "sin negar futuro" a los trabajadores. Se refería Ávila al plan Linares Futuro, que la Junta ha impulsado para amortiguar el cierre de Santana.

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