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El plan alternativo al cierre de Santana se atasca un año después

La plantilla presiona a la Junta de Andalucía para que cumpla los acuerdos

Ginés Donaire

Hoy sábado se cumplen 11 meses desde que la Junta de Andalucía firmó con los sindicatos el denominado Plan Linares Futuro, con el que se intentaba dar una alternativa al cierre de la factoría automovilística Santana Motor después de 55 años de vida, los 17 últimos en manos del Gobierno andaluz. El plan preveía la prejubilación de unos 800 trabajadores mayores de 50 años y la recolocación de unos 200 en otras empresas creadas al albur de este plan para el que anunció la llegada a Linares (Jaén) de al menos media docena de firmas de otros sectores ajenos a la automoción. Sin embargo, cerca de cumplirse un año del cierre de la única empresa automovilística de capital andaluz el plan de acción social -por el que regulan las prejubilaciones y bajas incentivadas- y el plan alternativo de futuro siguen atascados ante el nerviosismo de los extrabajadores y la falta de respuesta de la Junta de Andalucía.

800 prejubilaciones y más de 200 recolocaciones siguen pendientes

Ayer, medio millar de antiguos empleados de Santana y de su parque de proveedores se manifestaron por las calles de Jaén dentro de un calendario de protestas iniciado antes de Navidad y que, de no acercarse posturas, amenaza con continuar durante la campaña de las elecciones autonómicas. "No vemos la voluntad política de la Junta de Andalucía por ninguna parte, pero no vamos a permitir que haga dejación de funciones", exclamó Pedro Gálvez, presidente del comité de empresa de Santana, al término de la marcha que concluyó junto a las delegaciones provinciales de Empleo y Economía de la Junta.

"Es una burla, o la Junta cumple o los trabajadores harán todo lo posible para que cambie el color político en las próximas elecciones", advirtió José Moral, secretario provincial de CC OO. Manuel Salazar, de UGT, llamó la atención sobre la "situación límite" de los empleados y la incertidumbre ante un futuro nada claro. El ánimo de los trabajadores se dejó sentir en sus cánticos durante la manifestación: "Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra".

Desde el Gobierno andaluz, que decidió hace un año liquidar Santana tras arrastrar pérdidas de más de 270 millones en la última década y por la caída en la demanda de vehículos, se intenta ganar tiempo pero no se da una respuesta clara a la plantilla. Ayer, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, volvió a pedir confianza a los santaneros tras indicar que "el Gobierno andaluz está trabajando para cumplir sus compromisos sociales con los trabajadores". En la misma línea, el consejero de Economía, Antonio Ávila, dijo el jueves que en los próximos días habrá "algunas noticias significativas", pero sin avanzar nada más.

Los sindicatos temen que la polémica por el caso del fraude en los ERE pueda perjudicar al proceso. "No debería servir de excusa para cumplir sus compromisos", dijo José Moral, de CC OO.

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