_
_
_
_

Soplidos a estribor

La fosa de Capbreton permite el avistamiento de cetáceos a pesar de que cada año hay menos Desde 2003 no se habían vuelto a ver calderones tropicales

Un grupo de personas durante un avistamiento en la fosa de Capbreton.
Un grupo de personas durante un avistamiento en la fosa de Capbreton.A. L.

A 30 millas de Getaria se encuentra la fosa de Capbreton, un estrecho fiordo submarino de 2.100 metros de profundidad dentro del Golfo de Vizcaya donde los cetáceos encuentran un nutritivo alimento debido a las corrientes frías que emergen hacia la superficie. Hacia allí se dirige el Tilaine, un velero de casi 11 metros de eslora, que avanza a cinco nudos, lento pero seguro, para realizar un avistamiento. Desde hace ocho años la empresa Zarpar organiza salidas en barco para ver de cerca la fauna marina u observar la costa vasca.

La bióloga y oceanógrafa donostiarra Isabel Guzmán explica a un grupo formado por cuatro personas las especies que se pueden avistar en alta mar tres o cuatro horas después de iniciada la navegación al adentrarse en el cañón submarino. “Los más habituales son los delfines mulares, los comunes y listados se ven con menor frecuencia y también hay calderones”, indica la bióloga con el folleto plastificado en la mano. Los zifios, conocidos como ballenas picudas, aunque de la familia de los delfines, son residentes y se ven todo el año. En el caso de las ballenas se pueden encontrar con más facilidad en agosto y septiembre en aguas del Golfo de Vizcaya. “Orcas de nueve metros, cachalotes de 18 metros, e incluso rorcuales comunes de 23, aunque es poco frecuente”, advierte Guzmán.

Salidas al mar

  • Avistamientos. La empresa Zarpar organiza salidas en velero para realizar avistamientos y conocer la costa vasca desde Getaria, Zumaia y San Sebastián. Son jornadas de tres horas hasta dos días. Los precios, entre 35 y 90 euros. Más información en www.zarpar.net. Desde Bermeo salen catamaranes. El Centro de Biodiversidad de Euskadi junto a Ambar organizan todos los fines de semana salidas al mar. El precio, entre 25 y 35 euros. Teléfono: 94 687 04 02.
  • Cetáceos. Se pueden ver desde delfines (comunes, mulares, listados), calderones —este año tropicales—, ballenas (rorcuales comunes, cachalotes, orcas).

La radio retransmite por el canal 16 el parte metereológico. Dan vientos de noroeste, gallegos, y la vuelta será más rápida con el viento a favor. El patrón del velero Jon Arrazola bromea con la jerga radiofónica y la necesidad del argot marinero. “Cuando estás a miles de millas de tierra y los partes del tiempo son rápidos es necesario entender bien de que vientos hablan; por eso, al noroeste le decimos norwhisky y al noreste, noreco”, aclara.

Juan, uno de los integrantes del grupo, que se ha desplazado desde Zaragoza con su mujer pregunta si las previsiones favorecerán el avistamiento de ballenas. “Esto no es un delfinario donde se paga una entrada. Nunca se sabe, aquí es cosa de la naturaleza, es la magia que tiene esto”, responde Arrazola.

Solo unos peces luna (mola mola en latín, o atalos en euskera) saltarines salen al encuentro del Tilaine. Guzmán, que el año pasado realizó unos 50 avistamientos con grupos, asegura que ahora cuesta más ver cetáceos. “Cada vez hay menos pescado y el calentamiento del agua no favorece. Por eso, estos animales prefieren ir para el norte”, asegura. Curiosamente, este año se han visto calderones tropicales con aleta larga que prefieren las aguas más templadas. “No se veían desde 2003 cuando hizo mucho calor”, recuerda la bióloga sin aclarar si estos animales serán premonitorios de un verano caluroso.

Los expertos abogan por más estudios para analizar la merma de cetáceos

Guzmán se coloca en la proa con los prismáticos. El viento aumenta su fuerza y han aparecido los borregos (espuma blanca en la superficie picada) que dificultan la visibilidad y la posibilidad de ver el soplido de una ballena. “Hoy no va a ver suerte”, dice Guzman y recalca que si no es posible el avistamiento, el cliente podrá repetir otra salida.

La bióloga y el patrón del Tilaine salen todo el año a navegar. Pero la temporada fuerte para los avistamientos es de mayo a octubre cuando las condiciones metereológicas y la época del apareamiento facilitan ver delfines y ballenas.

Las salidas han permitido a la bióloga donostiarra hacer un seguimiento científico de los cétaceos del Golfo de Vizcaya a lo largo de estos años. “Los llamamos avistamientos oportunistas, se tratan de estudios con un objetivo diferente a la investigación; proyectos divulgativos para la concienciación de estas especies de mamíferos marinos y recogida de datos puntuales”, apunta Guzmán.

“Cada vez hay menos pescado y el calentamiento no favorece”, dicen

Los avistamientos siguen un protocolo en el que la recogida de información es vital para hacer un registro que se facilita a la Asociación para el estudio y la conservación de la fauna marina (Ambar) o la Sociedad Española de Cetáceos (SEC), entre otras. Durante el avistamiento se recogen parámetros oceanográficos como el viento, la fuerza y la dirección, el tipo de mar, temperatura, profundidad y localización del barco, así como la especie, el número de ejemplares y su comportamiento. “Los avistamientos con una finalidad divulgativa no te permiten hacer estudios científicos rigurosos pero sí hacer un seguimiento de los animales”, dice Guzmán. La bióloga cree que harían falta más estudios para saber el motivo real de que se vean menos animales. “La falta de financiación dificulta las salidas en el este campo”, lamenta.

Cuando amaina el viento, varios miembros del grupo con experiencia cogen el timón bajo la supervisión del patrón mientras éste arría las velas. Es el momento de apagar el motor y navegar sin artificios. “No hemos visto animales pero este es un lujo”, se conforma uno de ellos mientras lleva el rumbo del barco. Tras bordear el Ratón de Getaria el Tilaine atraca en el puerto tras diez horas de navegación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_