Tres menores le rompen el brazo al director de un instituto de Valencia cuando trataba de impedir la agresión a un alumno

El director del IES La Moreria de Mislata, en el área metropolitana de la ciudad de Valencia, se recupera de una rotura de brazo tras la agresión de tres menores que se colaron hace una semana en el centro. Los adolescentes, uno de los cuales escupió al docente en la cara, no eran alumnos del instituto, se colaron para agredir a un estudiante y acabaron enfrentándose con varios profesores. La Policía Nacional y la inspección educativa investigan los hechos.

Los tres menores entraron en el centro sin permiso al aprovechar que una persona salía por la puerta y fueron a buscar al alumno al que querían agredir, según ha adelantado el periódico Levante EMV. Varios profesores acudieron entonces a los pasillos para intentar echarles del centro. Los jóvenes empujaron al director, lo que provocó que se rompiese el brazo. EL PAÍS ha intentado hablar con la junta directiva del centro, pero han preferido no hacer declaraciones.

Tras la agresión, dos de los menores escaparon del instituto. Los profesores lograron retener al tercero, que le escupió en la cara al director y a algún docente antes de la llegada de la policía. Desde el IES La Moreria han explicado que el suceso es puntual en un centro no especialmente conflicto y con un rendimiento académico destacado, según recoge la información citada, confirmada por fuentes del sector educativo. La presunta víctima denunció los hechos el mismo día de la agresión en la comisaría de Policía Nacional de Mislata, según la Consejería de Educación.

La Consejería de Educación ha confirmado a EL PAÍS que “no es una hecho relacionado con alumnos del centro” y que “desde inspección se realizan actuaciones de acompañamiento a profesores y alumnos, algo que se hace de inmediato en estos casos”.

El departamento que dirige José Antonio Rovira, del PP, publicó en el DOGV —el boletín oficial de la Generalitat— el pasado 27 de diciembre un protocolo para casos de agresiones al profesorado. El protocolo se aplica ante “las agresiones a docentes producidas en el ejercicio de su actividad profesional o por consecuencia directa de esta”. Es decir, da igual si los agresores son o no alumnos del centro. El documento establece que Consejería debe hacer un seguimiento del caso.

En cuanto a las actuaciones que debe llevar a cabo el centro ante un episodio así, el protocolo establece que “ante cualquier agresión al personal del centro educativo se prestará auxilio para contener la situación por parte del personal presente en el momento, y, si es necesario, se solicitará ayuda inmediata a los cuerpos y fuerzas de seguridad. Esta actuación será realizada preferentemente por personal del equipo directivo.”

Según el protocolo, en estos casos, el director es el encargado de tomar las medidas centrales dentro del instituto. Estas incluyen grabar los hechos en el sistema PREVI —el registro de Educación para estos casos—, recabar información y trasladársela a la inspección educativa. Para casos como el del IES La Moreria, en el que una de las presuntas víctimas es el director, la inspección educativa “determinará la persona encargada de realizar las actuaciones que le correspondan al director”.

Los datos muestran un aumento representativo del número de agresiones. El servicio PREVI de la Comunidad Valenciana detectó durante el curso pasado 745 agresiones físicas, mientras que en 2018 se registraron 203, según la Consejería de Educación. Las cifras de agresiones verbales y amenazas fueron similares. En el curso 2020-2021 fueron 437 agresiones físicas.

Marc Candela, del SETPV, muestra preocupación por este aumento. El sindicato mayoritario en el sector mandó delegados al día siguiente de la agresión para conocer los hechos. “Con el gobierno del Botànic negociamos un protocolo de agresiones a los trabajadores de los centros educativos. La Consejería del PP ha tardado más de un año en publicarlo”, asegura.

Candela exige a Consejería que “sea la propia administración de oficio la que inicie los trámites, que asesore a la persona agredida, le busque un abogado, un psicólogo, lo que haga falta... pero de oficio, no que lo tenga que pedir la persona afectada”.

Los trabajadores del centro, junto con los de los del IES Molí del Sol y el IES Music Martí i Soler realizaron este lunes una concentración y un minuto de silencio en las puertas de los centros en protesta por los episodios violentos.