Amenazas de muerte en Valdemoro

“Tarde o temprano, vengaremos a nuestro hermano”. “Ei, cerdo, por dónde te metes, da la cara”. Esas son dos de las amenazas que ha recibido en su cuenta de la red social Tuenti un vecino de Valdemoro, Javier P. G.-C., de 18 años, por parte de un grupo de ultraizquierda denominado Valdemoro Ciempozuelos Antifascista (VCA). Este joven, que se define como de ideología franquista falangista según la fiscalía, ya fue víctima de un intento de asesinato el 7 de noviembre de 2010. Los mensajes de venganza coinciden con la incorporación al sumario del escrito de calificación del fiscal. Este le pide 14 años de prisión para cada uno de los cuatro acusados de haber intentado matar a Javier.

El joven denunció las amenazas recibidas en Tuenti el mismo día de los hechos. Acudió al puesto de la Guardia Civil de Valdemoro y aseguró en el escrito que sentía miedo por la integridad física propia y por la de sus familiares, además de que pudieran dañar sus bienes. De hecho, está en tratamiento psicológico y psiquiátrico. “Todos los hechos denunciados, tanto la agresión referida hacia su persona [el intento de asesinato] como los daños ocasionados contra sus bienes, así como las pintadas realizadas contra él y toda su familia están claramente motivadas por causas ideológicas”, recoge la denuncia.

Las amenazas que sufre Javier son el último episodio de una larga carrera de ataques que ha sufrido tanto él como su familia. O al menos así lo han ido denunciando en Valdemoro y en Ciempozuelos. En esta localidad, el hermano del joven, Luis Miguel, regenta una oficina de seguros. Desde el 28 de febrero de 2011 el local ha sufrido seis ataques de diversa consideración. Unas veces, le han roto el cristal. Otras han puesto pegatinas y han hecho pintadas antifascistas. En algunas se podía leer “No K. R. W.”, que significa no queremos guarros (enemigos). Otras fueron “Todos los peperos muertos como M. Á. [Miguel Ángel Blanco]. Gora ETA”, acompañado del símbolo de Anarquía. Las dos últimas han sido más contundentes: “Peinado, ¿quieres más?” y “Antinazis mandan”.

El fiscal pide par los cuatro acusados 14 años de prisión por el crimen

Este incremento de las amenazas ha venido motivado, según la propia víctima, por la incorporación al sumario de la acusación del fiscal. Este hace un pormenorizado relató de la agresión que sufrió Javier.

En la misma participaron, según el ministerio público, Andrés María Fernández Jiménez, de 21 años; el polaco Damian Pawel Dabrowski, de 23; Tamara Fernández Lozano, de 20 y novia del anterior, y Enrique García González, de 22. Los cuatro quedaron el 7 de noviembre de 2010 junto con otra persona no identificada en Valdemoro. Sabían que Javier iba a ver la transmisión de un partido de fútbol, por lo que decidieron “acabar con su vida”, según el fiscal.

Los cuatro se aproximaron al bar Svyturys, en la calle de Febo, donde estaba Javier, que entonces era menor de edad. Dos de los cinco apuñalarían a su víctima, mientras los tres restantes permanecerían en las inmediaciones para asegurar la huida de los autores directos.

Andrés María y la persona no identificada se acercaron a las 21.10 al menor y le acometieron de forma súbita. “Sin mediar palabra, Andrés María le asestó al menos dos puñaladas en el abdomen, y el otro agresor, una puñalada por la espalda. Ambos agresores vestían prendas negras y llevaban la cara cubierta”, mantiene el ministerio público.

Uno de los amigos de Javier logró quitarle la prenda que le cubría, por lo que pudieron reconocer a Andrés María. En las proximidades, junto al polideportivo de El Restón, estaba Damian Pawel con su Fiat Punto negro, listo para huir. Era el conductor, según el fiscal.

Las graves heridas sufridas por Javier hicieron que este se debatiera entre la vida y la muerte, tras sufrir una gravísima hemorragia. La víctima, que estuvo ingresada 18 días en el hospital Infanta Elena de Valdemoro, tardó 75 días en recibir el alta. Le fue extirpado parte del colon.

El fiscal ha calificado los hechos como asesinato en grado de tentativa, en el que concurren las agravantes de alevosía y de motivos ideológicos y de discriminación en la comisión del delito. También exige el pago solidario de una indemnización a Javier de 62.765 euros.