Andalucía remite a la UE un plan alternativo de apoyo al olivar
Introduce medidas en calidad, mercados, promoción y competencia y para frenar la caída de precios
Andalucía quiere hacer valer su hegemonía en el sector del aceite de oliva (acapara un 37% de la producción mundial y la mitad de la producción europea) y, desde esa posición de liderazgo, ha remitido a Bruselas, de la mano del Ministerio de Agricultura, un plan alternativo de apoyo al olivar que trata de paliar las carencias del documento aprobado por el último Consejo de Ministros de Agricultura. El plan, consensuado con las organizaciones agrarias, cooperativas, industriales y envasadores, introduce cambios sustanciales sobre una propuesta comunitaria que, como dijo el consejero Luis Planas, resulta insuficiente y carece de medidas a corto plazo para atajar la crisis del sector.
La propuesta andaluza incide en siete ejes que apuestan por reforzar la calidad y el control de fraudes, instrumentos de gestión de mercados, promoción y competencia con terceros países.
Además de defender las ayudas directas de la PAC para el mantenimiento de la renta de los productores, el plan andaluz cree necesario que este sector cuente con una ayuda diferenciada por su marcado carácter social y su impacto positivo desde el punto de vista medioambiental como cultivo permanente.
En cuanto a la estructura del sector, se aboga por una mejor definición de las Organizaciones de Productores, como empresas constituidas para la comercialización conjunta de las producciones de sus miembros. Y, sobre todo, se propone aumentar el tamaño y la dimensión en general de las empresas y cooperativas del sector como el fomento a la cooperación empresarial, las fusiones, integraciones y alianzas estratégicas.
Andalucía lamenta la ausencia de herramientas de gestión de mercado para dar soluciones a corto plazo a la caída en picado de los precios (un 52% desde el año 2002). Por ello, se apremia a revisar el precio de referencia para activar el almacenamiento privado del aceite, que se pide que se extienda al sector de la aceituna de mesa.
El sector quiere reciprocidad en los controles de calidad a terceros países
El plan habla de la necesidad de disponer de una política de promoción comunitaria “eficaz, flexible, pragmática, que disponga de una ficha económica específica para el sector del olivar”, con especial apoyo a los aceites con calidad diferenciada y la promoción de marcas individuales.
La propuesta andaluza contiene medidas medidas de fomento y apoyo a la investigación, acompañado de fondos para financiar estudios para la mejora del manejo de las explotaciones.
Para mejorar la calidad, se urge al Consejo Oleícola Internacional (COI) a acelerar los estudios sobre posibles modificaciones en los parámetros fisicoquímicos que lleven consigo una mejora en la verificación de la calidad de los aceites.
En cuanto a la competencia en terceros países se exige reciprocidad en las exigencias fitosanitarias, así como sociales y medioambientales, a las producciones importadas y mejorar los sistemas de control en frontera.
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