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Urkullu insta a reiniciar Euskadi para acabar con un “trienio negro”

El PNV confirma la elección de su presidente como candidato a ‘lehendakari’

Iñigo Urkullu se desplaza hacia el atril, tras recibir el apoyo de la asamblea nacional, para pronunciar su primer discurso como candidato del PNV a ‘lehendakari’.
Iñigo Urkullu se desplaza hacia el atril, tras recibir el apoyo de la asamblea nacional, para pronunciar su primer discurso como candidato del PNV a ‘lehendakari’.SANTOS CIRILO

No albergaba la más mínima duda, pero prefería esperar hasta su designación oficial. Ayer era el día marcado en el calendario. Una vez nombrado candidato del PNV a lehendakari por la asamblea nacional del partido, Iñigo Urkullu dio inicio a la precampaña de las autonómicas con un discurso, emotivo y contundente a la vez, que giró en torno a la idea de reiniciar Euskadi tras un “trienio negro” marcado por la “inacción y falta de liderazgo” del PSE. “No es un alivio decir que estamos mejor que los demás ante la crisis. Es el diferencial obtenido por años de trabajo, rigor y previsión. Un diferencial dilapidado en estos últimos años”, lamentó.

Recibido con una prolongada ovación y despedido al grito de “lehendakari”, Urkullu aprovechó su presentación oficial como candidato, en el céntrico teatro Campos, en Bilbao, para esgrimir la gestión del PNV en su dilatada trayectoria de Gobierno y contrastarla con la del actual Ejecutivo. “El pacto que PSE y PP venían fraguando desde 2001 y que ejecutaron en 2009 ha fracasado. La estrategia que compusieron juntos en España, para Euskadi, ha fracasado. España ha fracasado en Euskadi. Ahora Euskadi pide un cambio”, manifestó. Situó así a socialistas y populares como principales enemigos en la pugna por Ajuria Enea. No hubo, en cambio, una mención expresa a la izquierda abertzale. Solo se felicitó por el nuevo escenario sin violencia y se confesó orgulloso, como rasgo diferencial, de pertenecer a una organización democrática que “en sus largos años de historia ha formado parte de los agredidos y nunca de los agresores”.

El líder nacionalista emplaza a “creer en la soberanía y el autogobierno”

Expuesta la crítica, el actual presidente peneuvista marcó el camino de la campaña electoral que llevará a cabo su partido para obtener el respaldo suficiente con el que recuperar el Gobierno perdido. Fue en este punto cuando esgrimió el lema de “volver a creer en Euskadi”, en un modelo social y económico propio, en un acuerdo entre lo público y lo privado, en un pacto para “ganar una paz duradera y justa, con memoria”. “Volver a creer en la soberanía y el autogobierno para hacer país y nación en una nueva Europa ya en construcción, en este mundo del siglo XXI”, proclamó, ante el enfervorizado aplauso del público que llenaba el auditorio. “Somos el mejor instrumento para la liberación nacional”, enfatizó.

Recibido por una afiliación convencida de que será el futuro inquilino de Ajuria Enea, Urkullu prometió “verdad y transparencia” como señas de identidad, frente al “camuflaje de la realidad” que ha sufrido Euskadi, en su opinión, durante demasiado tiempo. “Vamos a hablar menos y hacer más”, aseguró, antes de citar la “honradez como norma de comportamiento”. “Me conocéis. No prometeré nada que no pueda cumplir. No me dejaré cautivar por el recurso fácil a la demagogia”, recalcó, consciente de la sólida imagen que se ha granjeado durante los cuatro años que suma al frente de la formación. “Este partido es mi vida. Lo digo con la íntima emoción de quien se siente inseparablemente unido, ayer, hoy y mañana, al PNV”, remachó como sentimental colofón.

Abrazo efusivo con Ibarretxe

Fue una jornada festiva y marcada para exhibir músculo, además de unidad interna. El PNV eligió ayer el céntrico teatro Campos de Bilbao como escenario final de la asamblea nacional que designó a su actual líder orgánico, Iñigo Urkullu, candidato a lehendakari. Se reservó el auditorio principal y no tuvo problema para llenarlo de afiliados y simpatizantes. Un jueves, a media tarde.

En las primeras filas se ubicó lo más granado del partido. Todos aquellos dirigentes y antiguos mandatarios que no forman parte, en la actualidad, de los órganos internos del PNV. El más mediático era el exlehendakari Juan José Ibarretxe, quien se mostró abierto y departió, incluso, durante algunos minutos con los profesionales de los medios de comunicación. Lo hizo antes de fundirse en un efusivo abrazo con Urkullu que desmontó las sospechas de una mala relación personal entre ambos y se convirtió en la imagen de la jornada. Símbolo de la unidad interna que necesita la formación para competir con la izquierda abertzale, la militancia lo recibió con un no menos enfervorizado aplauso.

Aunque estrella de la jornada y único orador, Urkullu no fue ayer el único protagonista. Al escenario del Campos subió también Bakartxo Tejería como aspirante a presidir el Parlamento. También Andoni Ortuzar, Joseba Egibar y Xabier Agirre como líderes del partido en Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, respectivamente. Los dos últimos encabezarán las planchas de parlamentarios en sus territorios. El resto de los integrantes de las listas también se eligieron ayer. Todos se fundieron en una foto de grupo como remate del acto.

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