A Dalí solo lo explota su fundación
Una sentencia obliga a retirar el nombre, la imagen y las obras de una sala de exposiciones
Ni el nombre, ni las fotos, ni las obras de Salvador Dalí. Una sentencia del 12 de junio del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona condena a la empresa Faber Gòtic (propiedad de Juan Javier Bofill y otros coleccionistas particulares) a retirar de la sala de exposición situada en los bajos del Real Cercle Artístic los objetos que hagan referencia al genio del Empordà. La sentencia condena a la empresa por competencia desleal, al haber generado la apariencia de que la Fundación Gala-Salvador Dalí, la demandante, amparaba esta exposición, y le impone el pago de una indemnización, aunque no fija la cuantía.
Según ha explicado la fundación del pintor en un comunicado, después de intentos reiterados de solucionarlo con Bofill, se interpuso una demanda "para poner fin a la explotación no autorizada de los derechos de marca, de propiedad intelectual y de imagen de Salvador Dalí, y para denunciar que esta exposición y su planteamiento y presentación podían inducir al público a pensar que estaba organizada o amparada por la Fundación Dalí”. Su ubicación en pleno Barri Gòtic ha podido generar esta confusión en algunos de los miles de turistas que recorren a diario esta zona de la ciudad, los cuales no dudan en hacer cola y pagar por entrar a visitar esta sala de exposiciones.
Desde 2004 se exponía en esta sala una colección de obras atribuidas a Dalí pertenecientes a la llamada Colección Clot. Según el comunicado, se “utilizaba el nombre y la imagen del artista sin la autorización de la fundación”.
El pleito comenzó en julio de 2009, cuando la fundación denunció que este centro vulneraba derechos de marca de propiedad intelectual y de imagen por actos de “competencia desleal”, además de no existir ninguna relación entre ellos y la empresa que gestionaba este centro. En su momento, los responsables de la exposición contraatacaron presentando ante la Autoridad Catalana de la Competencia una denuncia "por abuso de posición dominante" contra la fundación, por considerar que “usa su monopolio legal y fáctico” en el mercado de la obra de Dalí para evitar "la competencia de terceros, que también son legítimos propietarios de algunas obras de Dalí".
De nada les ha servido: ahora el juez ha dado la razón a la fundación y ha condenado a la sala de exposiciones a retirar y destruir todos los soportes, y eliminar el nombre de Dalí del título de la exposición; asimismo ha prohibido la explotación de cualquier obra del artista en el futuro.
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