Los madrileños ahorrarán 3 euros al año por dejar de sacar la basura los domingos
El recorte provocará una “merma residual” en el recibo pero aliviará las cuentas municipales
El camión de la basura dejará de pasar en domingo y festivos a partir del próximo 1 de enero en la toda la capital. El ajuste anunciado esta mañana por la alcaldesa, Ana Botella, se extiende además a la recogida del contenedor amarillo (envases de plástico, de metal y de cartón), que se realizará únicamente tres días a la semana, en principio los lunes, miércoles y sábados.
Este recorte en uno de los servicios municipales más importantes y con mayor reflejo en la vida diaria de los ciudadanos es imprescindible, según la alcaldesa, para mantener a flote las cuentas del Ayuntamiento de Madrid, cuyas estrecheces se deben tanto a la crisis económica como al fuerte endeudamiento de la etapa de Alberto Ruiz-Gallardón al frente de la ciudad (2003-2011). La tasa de basuras, reintroducida por este hace tres años, se mantendrá, aunque sufrirá una merma “marginal” de unos tres euros anuales de media.
“Los servicios municipales tienen un coste que se corresponde con su calidad, muy alta”, ha explicado Ana Botella a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno celebrada esta mañana. La alcaldesa considera “una obligación, aunque no sea agradable”, “disminuir determinadas prestaciones o servicios”. “Para los ciudadanos es duro, pero lo irresponsable sería seguir igual”, es decir, mantener el mismo nivel de servicios. “Si queremos volver a la senda del crecimiento, tendremos que tomar acciones” y “hacer que la economía de las Administraciones sea sostenible”, ha añadido la alcaldesa.
>> ¿Por qué se deja de recoger la basura los domingos? Para poder cumplir con el plan de ajuste aprobado en primavera por el Ayuntamiento de Madrid, que prevé un recorte presupuestario de 160,6 millones para este año y 394,2 millones en 2013.
>> ¿Por qué hay que hacer este recorte? Porque el Gobierno central (PP) ha obligado a la capital, como al resto de ciudades, a abonar de inmediato las facturas pendientes que tenían con sus proveedores, que en el caso de Madrid ascienden a 1.007 millones de euros. Además, el Ayuntamiento contaba con ingresar 245 millones por la privatización parcial del Canal de Isabel II, que ha sido cancelada por el Ejecutivo regional.
>> ¿Qué va a suponer este recorte para los madrileños? De igual manera que el ajuste presupuestario de la Comunidad ha llevado reducir el horario de funcionamiento del metro, las apreturas económicas del Ayuntamiento también supondrán una merma en los servicios municipales. Aquellos que no sean básicos (por ejemplo, la prevención de drogodependencias, o las políticas activas de empleo, según la interpretación del Ayuntamiento), se están reduciendo ya significativamente, cuando no eliminando directamente. Para los servicios esenciales (entre ellos, la recogida de basuras, pero también la limpieza de calles y aceras, o el mantenimiento de parques, por ejemplo), también se recortarán hasta “un nivel mínimo de prestación, de manera que se produzca una reducción del gasto mediante la reducción de las prestaciones no estrictamente necesarias y la mayor eficiencia”.
>> ¿Eso significa que se pagarán menos impuestos? No, todo lo contrario. El plan de ajuste del Ayuntamiento prevé un alza de impuestos y tasas el año que viene. La única excepción es la tasa de basuras, que efectivamente bajará, pero porque al Ayuntamiento no le queda otro remedio. Esta imposición (que Gallardón reimplantó en 2009, tras 23 años sin ella, cuando las cuentas municipales empezaron a agostarse) sufraga la práctica totalidad del servicio de recogida de basuras (en la actualidad, 156 de los 164 millones que cuesta). La tasa no puede recaudar más dinero del que cuesta el servicio, de forma que, si este se abarata, como sucederá al dejar de recogerse la basura en domingos y festivos, ese descenso se reflejará también en el recibo de los madrileños.
>> ¿Cuánto bajará la tasa de basuras? El Ayuntamiento espera que la licitación de los nuevos contratos que realizará en los próximos meses reduzca su coste un 8% (que podría ser un 15% si las empresas se pelean por obtenerlos y tiran los precios). En total, se ahorrará nueve millones de euros, aunque podrían ser más. “Ese dinero no se va a quedar en las arcas municipales, la reducción supondrá una rebaja en la tasa de basuras”, ha dicho la alcaldesa. El descenso en el recibo estará “en el entorno del 6%”, según el delegado de Medio Ambiente, Movilidad y Seguridad, Antonio de Guindos. El recibo medio asciende, según los datos suministrados por el Ayuntamiento, a 59 euros. Así, la rebaja podría rondar los tres euros anuales.
“Hay gente que lo está pasando muy mal, cualquier ahorro, por pequeño que sea, le vendrá bien”, ha dicho la alcaldesa. De Guindos ha asegura que el descenso en el recibo llega al 15% (es decir, nueve euros), si se suma el que ya aplicó Gallardón en 2010. Esa bajada también fue automática, al realizar el exalcalde y ahora ministro de Justicia un recorte en la calidad del servicio de basuras para rebajar su coste.
El precio político de aquel recorte fue muy alto. Al enfado ciudadano por la reintroducción de la tasa un año antes, se sumó la percepción ciudadana de que la ciudad está sucia. Su plasmación más evidente fue la protesta, que cuajó el pasado otoño en las redes sociales bajo el lema #MadridEstaAsqueroso. ¿Por qué en otoño? Porque el recorte realizado en 2010 por Gallardón prevé que las empresas no cubran las vacaciones de sus empleados, de forma que en julio, agosto y septiembre la calidad del servicio se ve muy afectada. Esta medida se repetirá este año, pese al aumento de las reclamaciones que el mismo Ayuntamiento reconoce; la única previsión es presionar a las empresas para que sus empleados veraneen en agosto en lugar de en julio o septiembre, dado que ese mes el volumen de residuos cae con mayor intensidad.
>> ¿La ciudad estará más sucia? El Ayuntamiento lo niega: “Vamos a mantener un equilibrio entre esta reducción y la garantía de la adecuada prestación del servicio”. “Los madrileños se adaptarán perfectamente”, ha añadido la alcaldesa, trasladando la responsabilidad a los vecinos. ¿Por qué? Porque el nivel de limpieza que se exija a las empresas será el mismo los domingos y festivos que el resto de días de la semana, y para que eso sea así será necesario que los ciudadanos no saquen la basura a la calle las jornadas en las que no pasa el camión a recogerla.
“Habrá un proceso de adaptación hasta que los ciudadanos vean que no hay recogida, no podemos ser tan exigentes”, ha explicado De Guindos. Es decir, se informará portal a portal del cambio, pero habrá una etapa de duración indeterminada durante la cual la basura se acumule en las calles, según prevé el Ayuntamiento. Como ejemplo de lo que puede tardar en calar el cambio, baste con decir que la actual ordenanza prohíbe sacar la basura antes de las diez de la noche, y aún así...
>> ¿De quién será la culpa si la ciudad se vuelve más sucia? Políticamente, del Ayuntamiento. Económicamente, de las empresas concesionarias. Los nuevos contratos de servicios no tienen en cuenta la cantidad de recursos materiales y humanos que se emplean, sino el resultado, medido por una serie de baremos objetivos. En el caso de que estos no se cumplan (por ejemplo, porque las aceras se llenen de bolsas los domingos), el Ayuntamiento reducirá proporcionalmente el pago a estas empresas. El Gobierno municipal no velará en ningún caso porque el nuevo sistema no lleve a las empresas a reducir drásticamente su personal. Lo único que ha explicado hoy es que espera que esa adaptación sea progresiva.
>> ¿Hay vuelta atrás? En principio, sí. Antonio de Guindos ha justificado que la basura se deje de recoger los domingos y festivos atendiendo al descenso en el volumen de residuos, un 18% desde 2007. Ese 18% corresponde más o menos a un día entero de recogida, según ha dicho. Lo que no ha explicado es por qué no se recorta un 18% el servicio todos los días, en lugar de eliminar el 100% los domingos, reforzarlos los lunes, y mantenerlo el resto de la semana.
La crisis económica ha reducido el volumen de residuos a un nivel similar al de 1997, año en el que se tomó precisamente la decisión de recoger la basura también los domingos y festivos. ¿Qué pasará si la economía mejora y, con ella, nuestra capacidad para generar residuos? Los contratos incluirán cláusulas para poder revisarlos al alza, ha explicado de Guindos. Su duración aún no está determinada, pero oscilará entre los seis y siete años, más dos de prórroga. Para entonces, cuando la economía mejore, probablemente el Ayuntamiento tenga más dinero y se pueda permitir pagar el plus que supondrá recoger la basura los domingos y festivos de nuevo.
>> ¿Qué pasará en Semana Santa o en los puentes? En los casos en los que se encadene más de un festivo (un domingo y lunes de puente, o el Jueves y Viernes santos, por ejemplo), el Ayuntamiento tomará medidas, según ha avanzado la alcaldesa, sin concretar en cualquier caso qué medidas. Previsiblemente, no se dejará de recoger la basura dos días seguidos.
>> ¿Disminuirá también la limpieza de las calles? En principio, no. El Ayuntamiento pretende ahorrarse dinero juntando muchos contratos, grandes y pequeños, en uno solo, y relajando además los criterios económicos que se imponen a las empresas (al medir sólo los resultados y no los recursos para obtenerlos, se les permite reducir estos últimos en aras de la eficiencia). En el caso concreto de la recogida de basuras, se van a integrar seis contratos: el de recogida de restos en la zona periférica (fuera del cinturón de la M-30); el de los contenedores de cartón, vidrio y envases; los de puntos limpios, tanto fijos como móviles; y el de recogida neumática en la Colonia de San Francisco Javier (en Puente de Vallecas).
El nuevo contrato integrado entrará en vigor el próximo 1 de enero. Para que no haya agravios comparativos con la almendra central, se modificarán los contratos de recogida de restos y de los contenedores amarillos para que, a partir de esa misma fecha se apliquen las mismas reducciones. Ese contrato no expira hasta noviembre de 2015; la rebaja del servicio supondrá un ahorro de alrededor de cuatro millones anuales.
A partir de 2013, empiezan a vencer otros contratos de servicios esenciales (alumbrado, limpieza viaria, mantenimiento de parques, etcétera) que el Ayuntamiento también pretende “racionalizar”, integrándolos en licitaciones mayores y por periodos de tiempo más largos. Al contrario de lo que ha sucedido con la recogida de basuras, en el que esa racionalización ha ido acompañada por una reducción del servicio (lo uno no obligaba a lo otro), esos nuevos contratos no mermarán la calidad, ha prometido De Guindos.
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