La Cámara sanciona la ley que blinda la mayoría de PNV y PP en Kutxabank

Socialistas y PP protagonizaron ayer intensos intercambios dialécticos en el Parlamento vasco, pero luego se fueron juntos a votar. El debate definitivo de la ley de Cajas confirmó la comunión de intereses entre el PNV y los populares, cuyo acuerdo modificó sustancialmente el proyecto inicial del Gobierno, pero arrastró también al PSE a sumar sus votos para que no se visualizase su falta de apoyos.

La nueva ley fue aprobada con el apoyo de todos los partidos, salvo Aralar, EA y UPyD y la oposición de los socialistas a aquellos artículos que cambian el sistema de elección de los órganos de control de las entidades de crédito, aunque hace apenas tres semanas habían dado luz verde a esos mismos puntos en el debate final en comisión, último trámite hasta el de ayer.

La nueva ley de Cajas devuelve las mayorías absolutas a las asambleas de cada entidad (BBK, Kutxa y Vital) como método para elegir a sus órganos de control, en perjuicio del modelo que impulsaban los socialistas, basado en la representación proporcional. Además, blinda la actual mayoría del PNV y el PP en el Consejo de Administración de Kutxabank, aunque la renovación de las asambleas de las tres cajas fusionadas para trasladar los resultados de las últimas elecciones municipales y forales dará entrada a Bildu en ese órgano. El PNV tiene mayoría suficiente en la asamblea de la BBK, que aporta la parte principal de los miembros del consejo de Kutxabank. El PNV eligió a 10 miembros de ese órgano cuando se constituyó en diciembre pasado, por cuatro del PP y uno socialista.

“No tienen legitimidad para tener cuatro representantes en el consejo de Kutxabank y ese pacto con el PNV refleja que se han vendido por un plato de lentejas”, espetó sensiblemente enfadada la socialista Joana Madrigal al portavoz del PP en el debate, Carlos Olazábal. “Tranquilícese señora Madrigal”, le respondió este. “Con ese argumento de la ilegitimidad de la minoría, el lehendakari tendría que disolver la Cámara esta misma tarde”, apostilló.

El PSE acusa a su antiguo socio de “venderse por un plato de lentejas”

El peneuvista Ricardo Gatxagaetxeberria replicó a la intención inicial del Ejecutivo de que la ley eliminase la “sobrerrepresentación” del PNV en las cajas. “Tenemos la representación que nos da el pueblo con sus votos, ni más ni menos y ustedes la que lograron tras convertirse en la cuarta fuerza en las municipales”, señaló.

Bildu podría llegar a sentar a cuatro representantes en el consejo de Kutxabank gracias a su control de la asamblea de Kutxa a través del Ayuntamiento donostiarra y la Diputación guipuzcoana. “Si consiguen la mayoría absoluta y tienen derecho tendrán que estar”, reconoció Olazábal. Ello no evitó las críticas del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, quien siguió el debate en la Cámara y deploró que la ley no va a “reflejar la realidad social ni politica” de Euskadi.

La nueva normativa, que abre ahora un periodo de varios meses para la adaptación estatutaria antes de que se celebren elecciones internas en las entidades, suprime la representación del Parlamento en las asambleas que quería introducir el Ejecutivo. A cambio, las entidades fundadoras (Diputaciones y los Ayuntamientos de las capitales) ganarán peso. Cada asamblea cuenta con cien miembros. Las entidades fundadoras podrán nombrar a 17 —frente a los 12 previstos por el PSE—, el peso de los impositores aumenta de 47 a 48 miembros, y el de los Ayuntamientos con sucursales se mantiene en 17.

La representación del personal de las cajas no sufre modificaciones sobre la situación actual (siete miembros), al igual que la de las Juntas (seis). Las entidades representativas de intereses colectivos bajan de seis a cinco. Y, como querían PNV y PP, la renovación de las asambleas de las tres cajas no obligará de forma automática a cambiar el consejo de Kutxabank.