CiU aprueba sola el recorte de Barcelona Activa que amenaza 111 empleos

CiU aprobó ayer, en solitario, la reestructuración de la empresa municipal Barcelona Activa. Ni el PP, con el que no suele tener problemas, ni UxB —que le apoya en casi todo — dieron el sí a la reforma de la empresa que supone arrinconar las políticas de ocupación y sustituirlas por la promoción económica y fiarlo todo a la iniciativa de las empresas. Los dos se abstuvieron. Los cambios suponen una seria amenaza de paro para 111 trabajadores de Barcelona Activa, 55 de ellos con seguridad porque tienen contrato de obra y este año finalizan los programas de empleo en los que trabajan y 56 que son contratados discontinuos pero vinculados a programas de ocupación que el gobierno de CiU no quiere impulsar.

Socialistas e ICV-EUiA votaron en contra porque se oponen a que en un momento en el que la ciudad tiene 113.000 parados el Ayuntamiento renuncie a impulsar políticas de ocupación, que el año pasado sirvieron para que 10.000 personas tuviesen algún contrato de trabajo. “No deja de ser chocante que algo que se ha demostrado válido se desmantele”, entiende el edil socialista Jordi William Carnes. CiU se escuda en que el Estado ha cerrado el grifo de las subvenciones a la ocupación para girar en redondo.

La reestructuración de Barcelona Activa no ha sido objeto de negociación alguna con los representantes de los trabajadores, según denunciaron ayer portavoces de CC OO y UGT, que exigieron al Consistorio que se siente a negociar, especialmente la forma de evitar el más que probable paro de 111 trabajadores. “No es verdad que solo se queden en la calle 55 porque los 56 que tienen contratos fijos discontinuos llevarán el mismo camino si desaparecen los programas en los que trabajan” concretó Gabriel Tinoco, de CC OO. En ese sentido, Janet Sanz, edil de ICV-EUiA, preguntó ayer en el Consejo de Administración de Barcelona Activa qué pasará con los programas de ocupación.