La deuda moviliza a los boticarios

“La factura de la farmacia valenciana necesita un rescate urgente”. Este fue el contundente llamamiento del presidente del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Alicante, Jaime Carbonell, al término de la manifestación de los boticarios alicantinos en protesta por los impagos del Consell e instando al Ejecutivo valenciano a que diseñe un plan de pagos “real y asumible”.

A la marcha de este viernes se sumaron unas 2.000 personas, según los convocantes, y unas 1.100, en cifras de la Policía Nacional. La manifestación fue el colofón a los dos días huelga de las farmacias de la Comunidad Valenciana en protesta por la factura de los medicamentos pendiente de pago, en total 480 millones.

Los dos días de paro han sido secundados por el 97% de las boticas de Valencia y Castellón y algo más del 98% de las de Alicante.

Los lemas más repetidos en la marcha fueron "Generalitat, ¿dónde está el dinero?", "Los pacientes son lo primero"; "Rosado, queremos un plan de pagos" y "Socorro, Mariano, rescata a los boticarios".

Las peticiones de los profesionales no tuvieron eco. El consejero de Sanidad, Luis Rosado, evitó concretar cuándo pagará la próxima factura. Preguntado sobre si el Consell tiene voluntad de incluir esas facturas atrasadas en el pago a proveedores, Rosado recalcó que la decisión depende del Gobierno.

El consejero visitó Alicante para presidir un acto de homenaje a jubilados en el hospital General. Fue recibido con una sonora pitada a la puerta y con otra en el interior. Rosado, que fue gerente de este hospital, no esquivó el tema en su intervención y aunque dijo entender todas las protestas y los esfuerzos que los trabajadores están haciendo, pidió un “esfuerzo” de ponerse en la piel “del que tiene que llevar la sanidad valenciana”.

En un intento de buscar comprensión, reiteró su apuesta por la sanidad pública. “Luis Rosado no se ha vuelto loco. No va a privatizar la sanidad”, enfatizó. Y terminó pidiendo “perdón” por los esfuerzos que la sociedad está haciendo “para salir de esta situación”.

Los farmacéuticos de las tres provincias recalcaron la precariedad del sector por culpa de los impagos del Consell. En Alicante hay seis boticas en concurso de acreedores y 17 a las que los distribuidores ya no les sirven. En Valencia, la presidenta del colegio, María Teresa Guardiola, explicó que unas 400 farmacias “están amortizando las existencias, mientras que a otras solo les queda material para 15 días”.

Mientras, en Castellón se presentó una nueva asociación, que aglutina a 100 farmacias, para reclamar el dinero que les adeuda la Generalitat por “vías alternativas” a las que llevan a cabo los colegios oficiales. Su presidente, Mario Molina, aseguró que en la Comunidad Valenciana hay ya 200 farmacias en concurso de acreedores, de las que 25 están en Castellón.