El Premio Nobel de Economía Erling Kydland cuestiona las ayudas a Bankia
El economista se pregunta por qué las acciones de la entidad no valen "cero" Propone dejar de dar incentivos a las entidades que han tenido unos malos gestores
El premio Nobel de Economía 2004, Finn Erling Kydland, se ha mostrado contrario a dar ayudas a los bancos que, como Bankia, acumulan grandes pérdidas por una mala gestión de sus directivos y ha considerado que esa política es nefasta para la salud del sistema financiero. Kydlan, que ha participado hoy en La Seu d’Urgell en un almuerzo de la XVIII Trobada Empresarial al Pirineu, ha cuestionado los "incentivos" a Bankia y se ha preguntado por qué el precio de sus acciones que cotizan en bolsa no es cero. “No puedo creer que sean capaces de establecer incentivos para que funcione la banca”, ha criticado.
Kydlan, especialista en macroeconomía y ciclos económicos, ha afirmado que un sistema bancario sano es “vital” para impulsar actividades de crecimiento y ha puesto a países como Chile, México y China como ejemplos de una mala gestión de su sistema bancario y de aplicar políticas a corto plazo que solo crean incertidumbre.
Respecto a la intervención de Bankia por parte del Gobierno, el Nobel ha asegurado que supone un mal precedente y que es un impedimento para recuperar la confianza en el sector. Preguntado si él hubiera sido partidario de dejar caer la entidad, ha respondido que rescatar a los bancos hará que otros que se hallen en una situación difícil “también quieran ser rescatados”. En cambio, considera más lógico incentivar a aquellos bancos que están bien gestionados para estimularlos a hacerlo mejor.
Kydland opina que las estrategias a largo plazo y evitar las incertidumbres son fundamentales para mejorar la productividad de un país. “España tiene un bajo nivel de productividad, apenas ha crecido en los últimos quince años y eso es un signo preocupante. Los políticos han de incentivar el crecimiento de la actividad y han de tomar decisiones a largo plazo y pensando en el futuro. En estos momentos ya hay suficientes incertidumbres en el mundo, no necesitamos más por parte de los Gobiernos”, ha indicado el premio Nobel.
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