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LA RUPTURA DEL PACTO POLÍTICO

El PP propina la primera derrota a Patxi López con la Ley de Juventud

La abstención de los populares hizo ganar al PNV su enmienda de totalidad

Borja Sémper, a la izquierda, y Antonio Basagoiti escuchan a Iñaki Oyarzábal, ayer en el Parlamento de Vitoria.
Borja Sémper, a la izquierda, y Antonio Basagoiti escuchan a Iñaki Oyarzábal, ayer en el Parlamento de Vitoria. L. RICO

El PP propinó ayer el primer golpe serio al Gobierno al facilitar con su abstención el triunfo de la enmienda de totalidad del PNV a la Ley de Juventud. La acción del PP supuso que el Parlamento echara atrás y devolviera al Ejecutivo una ley por primera vez en toda la legislatura. Ocurrió el día exacto en que se cumplía un mes desde que el presidente popular, Antonio Basagoiti, dio por roto el pacto para el cambio. En estas semanas el Ejecutivo había salvado sus iniciativas en todos los plenos.

Urgell afea el desmarque de última hora “y sin aviso” del PP

El PP dejó así de manifiesto la debilidad numérica en la que quedó el 7 de mayo el Gobierno en la Cámara. Aunque lo hizo a costa de cortar el paso a una ley en cuya elaboración ha estado muy implicado, lo mismo que su organización juvenil, Nuevas Generaciones, y que lleva pendiente desde los albores del autogobierno.

Pelotas y manos en los bolsillos

El Parlamento rechazó ayer, con los votos de PSE-EE, PP y UPyD, una iniciativa de EA que instaba a prohibir de manera “inmediata y definitiva” el uso de pelotas de goma como material antidisturbios por la Ertzaintza.

El debate sobre esta cuestión está erizado desde la muerte del joven Iñigo Cabacas por el impacto de una de ellas y la denuncia de la familia de Xuban Nafarrate, en cuyo caso el Departamento de Interior niega que se disparara ninguna. Los tres partidos citados aprobaron un texto alternativo que aboga por restringir de manera progresiva su uso a los cuerpos especializados, como ya anunció el Ejecutivo, que se fijó 2013 como fecha para tener dotada a la policía de medios menos lesivos.

El PNV apoyó la propuesta del parlamentario de EA, Juan José Agirrezabala, igual que Aralar y Ezker Anitza. El material citado "puede ser letal", dijo el peneuvista Mikel Martínez, partido bajo cuyo mando ha actuado la Ertzaintza, con esos mismos medios, entre 1980 y 2009. La intervención le costó el reproche de "irresponsabilidad" del portavoz del grupo del Gobierno, Mikel Unzalu: el PNV sabe que la eliminación "no puede hacerse de la noche a la mañana", dijo. Mientras, no se puede mandar a los agentes a la calle "con las manos en los bolsillos". Martínez rechazó "lecciones de rigor" del PSE y Unzalu le acusó de hablar "en onda electoral en busca del voto radical abertzale".

Que en los planes iniciales del PP no estaba dejar caer esta ley lo atestigua el hecho de que tuviera preparadas para el debate en comisión una buena batería de enmiendas parciales, con las que pensaba imprimirle su sello y poder reivindicaras en ella. Sin embargo, en un giro de última hora —el lunes la portavoz popular Mari Mar Blanco todavía mostró su compromiso con el proyecto al socialista Aitor Casado, según fuentes del PSE-EE, el PP optó por provocar la devolución del proyecto, en una acción cuyo beneficiario, al menos en apariencia, es solo el PNV. El hermetismo en el que se encerró el Grupo Popular el miércoles ya tenía a los socialistas y al Gobierno preparados para lo peor. Eso llevó a Casado a publicar un comunicado dejando patente la importante contribución del PP, y en particular de Mari Mar Blanco, al proyecto.

Ella misma debió justificar en la tribuna el giro de última hora. Lo hizo leyendo un texto en el único turno que pudo utilizar, el de explicación de voto, puesto que no tenía enmienda propia. Blanco justificó el desmarque en que el debate llegaba “tarde” a la Cámara y en que el Ejecutivo “se ha desviado del objeto del mismo”.

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Blanco admitió la necesidad de un marco normativo en la materia después de más de treinta años —Euskadi es la única comunidad sin Ley de Juventud, pero tachó de “genérico” y “mera declaración de intenciones sin compromiso real” el proyecto del Gobierno. La petición de devolución del texto contabilizó a favor 35 votos del PNV, Aralar, Ezker Anitza y EA, frente a los 25 contrarios del PSE. Las 13 abstenciones del PSE tumbaron el proyecto. La votación de esta enmienda de totalidad del PNV, la única presentada por este partido en toda la legislatura, era la única oportunidad en manos del PP de infligir una derrota al Ejecutivo al que ha apoyado los tres años precedentes: salvo que se desdiga del visto bueno que tiene dado en comisión al resto de las leyes listas para debatirse antes de fin de mes.

Euskadi es la única comunidad sin Ley de Juventud tras 33 años de autogobierno

La consejera de Cultura, Blanca Urgell, que compareció acompañada del director de Juventud, se declaró “muy decepcionada de que los dos partidos de la derecha vasca hayan preferido parar una ley pendiente más de treinta años”. Ellos deberán explica “por qué tenemos que seguir sin ley”, dijo. “Sobre todo el PP, que ha trabajado codo con codo con nosotros desde 2009 para que este proyecto fuera compartido”. Urgell consideró un ejemplo de “politiquería” pasando por encima de “las necesidades de los ciudadanos” el cambio “de último momento y sin previo aviso” por parte del PP. “No hay ninguna explicación para lo que ha sucedido hoy, salvo que para el PP es el momento de poner palos en las ruedas al trabajo del Gobierno”, añadió. “Hasta la víspera, aseguró, “era el proyecto de los dos grupos parlamentarios”. La consejera vio el voto ayer de sus exsocios “un mal precedente”, pero confió en que “haya sensatez y gane el sentido común” respeto a otros proyectos que aguardan para las semanas próximas. El representante socialista en la negociación de la ley y portavoz en el debate de ayer, Aitor Casado, dio cuenta en su blog de las reuniones con el PP y los apoyos explicitados por este partido “hasta hace 48 horas”, según afirmaba.

El PP solo frente al aborto

En la misma sesión en que Mari Mar Blanco desautorizó el proyecto de ley de Juventud porque llegaba “tarde” al Parlamento, su compañera de grupo, Laura Garrido trató de sacar adelante una propuesta que solicitaba del Gobierno el envío a la Cámara de un proyecto de ley ni siquiera contemplado en el calendario legislativo: el de Protección de la Maternidad.

Su finalidad sería garantizar, arbitrando instrumentos jurídicos, educativos, sociales y asistenciales “los derechos de la mujer embarazada” y también “la protección de la vida en formación desde su concepción”.

Garrido había pospuesto dos veces este debate, en espera de un apoyo del PNV que finalmente no consiguió. Al contrario, este partido pactó con Ezker Anitza el texto alternativo que salió adelante, con el apoyo del PSE y de los grupos minoritarios, y con un contenido nuclear bien distinto al pretendido por la iniciativa del PP. De algún modo, esta se volvió en contra de sus promotores: el Parlamento terminó instando al Gobierno de Mariano Rajoy cumplir la ley del Aborto de 2010 proporcionando todas las facilidades, en términos de información y referencias, a las mujeres que soliciten interrumpir su embarazo, incluido su derecho a la cobertura pública. También le insta a asegurar la realización efectiva de la intervención “en la red sanitaria pública, independientemente del lugar de residencia de la mujer”.

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