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Crespo compró a la sanidad pública dos consultorios por la mitad de su valor

La auditoría archivada por la Sindicatura de Cuentas destapaba que directivos de los hospitales de Blanes y Calella compraron equipamientos médicos muy por debajo de su valor El diputado de CiU y una concejal del PSC, los principales beneficiarios La Corporación de Salud del Maresme y la Selva perdió 277.000 euros con las operaciones

Acceso al hospital comarcal de la Selva, en Blanes.
Acceso al hospital comarcal de la Selva, en Blanes.PERE DURAN

Centros Médicos Selva Maresme (CMSM), la aventura en la que se embarcó la Corporación de Salud del Maresme y la Selva en el negocio de la atención sanitaria a turistas, fue ruinosa hasta el final. Ruinosa para los hospitales públicos de Calella y Blanes. Xavier Crespo —diputado de CiU y exalcalde de Lloret de Mar— y Carme Aragonès —actual edil del PSC en Pineda de Mar y sucesora de Crespo al frente de CMSM— obtuvieron, en cambio, pingües beneficios con la liquidación de la empresa pública. La corporación vendió a precio de saldo en 2005 a Crespo y Aragonès —que habían sido el gerente y la consejera delegada de CMSM— cuatro de los seis consultorios médicos de su filial a pesar de que había recibido ofertas mucho más interesantes económicamente. El primero, por ejemplo, se hizo con dos de ellos por 77.586 euros; los auditores de la sindicatura calcularon que valían 154.117.

En un proceso plagado de irregularidades, según los auditores, la operación se cerró con unos acuerdos que supusieron unas pérdidas de 277.000 euros para la corporación. Este es el epílogo de la auditoría hecha por los técnicos de la Sindicatura de Cuentas que este organismo, que fiscaliza las cuentas de las Administraciones catalanas, decidió no hacer pública en 2006 a pesar de que destapaba gastos irregulares por 1,3 millones que beneficiaban a médicos, concejales y gestores. La auditoría también ponía de manifiesto que CMSM causó unas pérdidas de ingresos de 2,4 millones a la corporación.

La dirección de este organismo explicó a los auditores que a finales de 2003 empezó “una prospección de mercado” para estudiar la venta de CMSM, creada en 2000 con la integración de seis consultorios, entre ellos dos de Crespo y su esposa, Guadalupe Oliva, en Lloret. La venta de los consultorios se produjo en 2005.

Fue Núria Constans, actual gerente de la corporación y exadministradora de CMSM, quien dirigió el desmantelamiento. La corporación había integrado los consultorios mediante contratos de arrendamiento a cambio de equipar los centros médicos y contratar a los profesionales vinculados a estos. En el caso de Crespo y su esposa, además, CMSM acordó pagarles 79.000 euros por la compra de la cartera de clientes, una operación considerada irregular por los auditores de la Sindicatura.

La corporación tuvo la oportunidad de vender CMSM por unos importes elevados. En la junta general de la empresa, en 2004, se presentaron dos ofertas. La primera, de una sociedad que ofreció 600.000 euros por la adquisición íntegra de CMSM. La oferta reservaba parte de las acciones al matrimonio Crespo y a los gestores del consultorio situado en Malgrat de Mar, entre ellos Xavier Rius Moya, entonces concejal de Santa Susanna y médico en CMSM. La segunda oferta la presenta alguien de la casa: Carme Aragonès, entonces consejera delegada de CMSM, ofrece 705.000 euros por la totalidad del negocio.

Las ofertas toparon con el rechazo de Crespo y su esposa, que en 2000 habían percibido 77.000 euros por su cartera de clientes en la fundación de CMSM y más de 200.000 euros de forma irregular en los cinco años de existencia de la empresa, según descubrieron los auditores de la sindicatura. Crespo quiso, en cambio, recuperar el control de sus antiguos consultorios de Lloret, lo mismo que los gestores del centro médico de Malgrat de Mar. La corporación cedió y pidió nuevas ofertas.

Estas fueron a la baja. En medio del proceso negociador, en diciembre de 2004, Crespo y su esposa crearon una empresa —Llomecen— que utilizaron para recomprar sus consultorios a la corporación. En esas fechas, Oliva todavía trabajaba como médico en la empresa y Crespo —alcalde de Lloret desde julio de 2003— seguía percibiendo un sueldo opaco de la corporación de unos 3.000 euros al mes. Crespo y Oliva ofrecieron 90.000 euros por los dos consultorios de Lloret, que habían sido equipados con dinero de la corporación.

Carme Aragonès volvió a entrar en la puja, esta vez con la intención de comprar el lucrativo negocio de “intermediación” entre las aseguradoras de los turistas y los hospitales de Blanes y Calella. Aragonès, que seguía al frente de CMSM, ofreció 360.000 euros por asumir la “gestión económica y asistencial a turistas”. La tercera oferta —los auditores no lograron saber quién la presentó— ofrece la misma cantidad por la gestión económica y añade la compra del centro médico en Pineda de Mar.

Los auditores de la sindicatura destacan en varios puntos las irregularidades cometidas en CMSM en el proceso de venta. Pese a tratarse de una empresa pública, su venta se organizó entre los mismos gestores de la compañía y sin publicidad. Cuando los auditores reclamaron los documentos de las ofertas, la empresa no los pudo presentar. Alegó que se habían recibido por correo electrónico y que los correos se habían borrado.

Carme Aragonès se hizo

El desmantelamiento de CMSM se concretó en junio de 2005, cuando Crespo y su esposa recompraron sus antiguos consultorios a la corporación por 77.586 euros. Carme Aragonès se hizo con el centro médico de Pineda de Mar y el consultorio de Santa Susanna por 43.103 euros. La decisión de vender al matrimonio Crespo se tomó en un Consejo de Administración del mes de abril. “El acta de la sesión no incluye como anexo ninguna de las ofertas. En la transcripción solo se hace referencia a la oferta de Llomecen, de forma que el acta no permite tener constancia de si las ofertas estudiadas son las facilitadas a la sindicatura”, expone la auditoría. Sobre la oferta de Aragonès “no hay constancia escrita”, destacan los auditores.

La corporación cedió gratis el consultorio de Malgrat de Mar a la empresa Creu Blava, SCP, tal como se había establecido en el contrato de absorción del centro firmado en 2000. En este caso, CMSM pagó una indemnización de 5.250 euros a Xavier Rius Moya, uno de los tres gestores del consultorio y concejal de CiU en Santa Susanna, a pesar de que esa indemnización no constaba en ningún contrato.

A pesar de que la corporación se había propuesto vender CMSM para “liquidar las deudas” contraídas, la operación volvió a resultar una ruina. El examen contable de los auditores de la sindicatura revela que el organismo público perdió 277.685 euros por las decisiones de la corporación dirigidas por Núria Constans, en buena parte por los equipos médicos comprados con dinero público que Crespo y Aragonès se quedaron por mucho menos de su valor.

De esas pérdidas, 200.763 euros provienen de la venta de dos de los centros a Carme Aragonès, quien pagó 43.103 euros, cuando el valor neto de ambos centros, calculado por los auditores, superaba los 243.867.

Xavier Crespo, entonces alcalde de Lloret, pagó 77.586 euros por lo que valía 154.117, según la sindicatura. En septiembre de 2005 a CMSM solo le quedaba el consultorio de Blanes. La empresa inició su disolución poco después.

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