Operación Expolio

Espero que Celia Villalobos no me llame machista como hizo con el diputado que se atrevió a decir que Ana Mato es una incompetente, porque yo también he buscado algún indicio de vida inteligente en el planeta de la sanidad creativa al que ahora se nos exilia, y entre otras perlas han aparecido estas declaraciones de la ministra:

“...Saben ustedes que la sanidad es universal y que estaba recogida en muchas leyes pero nunca se aplica hasta el final. Todos los españoles tienen derecho a asistencia sanitaria gratuita. Todos sin dejar uno. Lo primero que vamos a hacer es, eeehhh, incorporar al derecho español un artículo de una directiva que les diré que está incorporado al derecho español todo, eeeh… laaa… toda la directiva menos un artículo que justo es el artículo que prohíbe de forma explícita desplazarse en busca de atención sanitaria.

Luego hemos quitado también una cartera que llamamos cartera común suplementaria que la adjunto si me lo permiten con la cartera accesoria. Ahí estarían pues las prestaciones farmacéuticas, las terope... tripe… teroperapéuticas, ehh… me he equivocado en la, en el nombre, y poner en valor lo que tiene mucho en valor, porque no hay cosa que tenga más valor que una medicina que cura enfermedades. Hemos adoptado una medida que ya estaba adoptada. Lo más importante que por primera vez los parados sin prestación parlamentaria, que… perdón sin presta sin… sin pre… presta sin prestación sin prestación por desempleo, perdón.

En definitiva, eeeh… lo que les decía. No es lo mismo una persona que no está enferma en su consumo de medicamentos que una persona que está enferma. Los pensionistas que es no pagan nada son aquellos que ya no tienen derecho a prestación por desempleo, es decir los que ya tienen los que tienen simplemente eeehh… los... Ah perdón, pensionistas. Pensionistas son de los pe que tienen el… hablamos de renta no de pensiones. Pues yo ya me voy a callar”.

A mayor abundamiento, el ministerio de Mato se ha visto obligado a publicar en el BOE nada menos que cinco folios de rectificaciones al decreto ley 16 de 2012, de la guisa de “donde dice... debe decir...”, amén de añadidos, supresiones, sustituciones. Un texto ya considerado un monumento a la chapuza, que indica el grado de improvisación e ineptitud. Y aprobado además por quienes, como dice el portavoz federal de Acdesa Mariano Sánchez Bayle, “demuestran la sensibilidad social de la piedra pómez”.

La Generalitat también tuvo la brillante idea de hacer una encuesta on line para conocer el grado de acuerdo con la privatización (rebautizada como “colaboración público-privada”) de la sanidad valenciana. Naturalmente, el 80% se ha pronunciado en contra, sin que hasta el momento conste que tan contundente varapalo haya hecho rectificar el rumbo de la enajenación de los bienes públicos.

Si se preguntan en qué manos estamos, un “consuelo”: no son exactamente estas las mentes pensantes de la Operación Expolio. Son otras, y muy eficaces velando por sus (SUS) intereses.