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Las ‘ocupas’ del paisaje

Un paisajista holandés promueve una campaña para alertar sobre los peligros de la flora exótica invasora en las dos Marinas

Flora invasora en un acantilado de la comarca de La Marina.
Flora invasora en un acantilado de la comarca de La Marina.

La helianthemum caput-felis —Jarilla de cabeza de gato, o en valenciano, Esteperola cap de gat—, es una pequeña planta de flores vistosas y amarillas que crece muy cerca del mar. En épocas remotas, toda la costa mediterránea era su hogar, pero hoy su presencia es cada vez más escasa y dispersa.

Un buen lugar para verla es el norte de Calp, entre el puerto de les Bassetes y Calalga. Según el Banco de Datos de Biodiversidad de la Comunidad Valenciana, allí se encuentra una de las colonias más numerosas de esta especie autóctona. 1.200 diminutas y asilvestradas matas que se descuelgan con humildad desde el acantilado tratando de hacerse un hueco entre sus acosadoras vecinas.

Las piteras, los aloes, las mimosas, lantanas, cactus y chumberas son hoy las auténticas dueñas de este reducto del litoral salpicado de pinos, lentiscos y palmitos acorralados y el que fuera hábitat del helianthemum mengua cada día ante la invasión de plantas exóticas como estas. Especies llegadas de otros continentes que se reproducen de forma descontrolada, crecen a sus anchas sin enemigos naturales que las detengan y amenazan con desplazar a las especies propias del entorno, incluidos los endemismos.

“La flora invasora es, después de la acción humana, la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial”, explica el paisajista y experto en flora autóctona Jan van Eijle. “El gran problema es que la mayoría de la gente no distingue entre las especies que son de aquí y las que son invasoras”, advierte.

Para corregir esta situación y alertar sobre los peligros que suponen estas intrusas verdes tan habituales en nuestro paisaje, Van Eijle ha iniciado una campaña de concienciación que le ha llevado a muchos municipios de La Marina Alta y Baixa y el sábado le hizo recalar en el Jardín Botánico de Valencia.

Además de impartir charlas y talleres, este holandés que reside en Calp desde niño, ha editado un tríptico explicativo con una lista de 16 especies invasoras y con recomendaciones para evitar la invasión.

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“Lo primero es identificarlas y después, el mayor bien que se le puede hacer al medioambiente es eliminarlas”, asegura. Van Eijle aconseja a los dueños de los chalets que “nunca tiren los restos de poda a los barrancos, sino a un contenedor verde y que apuesten siempre por los jardines autóctonos. Son mucho más sostenibles”.

En su lucha contra las invasoras, el paisajista cuenta con el respaldo de la Fundación Enrique Montoliu y de Parcs Naturals de la Comunitat Valenciana. Con su apoyo y el del Ayuntamiento de Calp, espera poder iniciar pronto la limpieza del litoral calpino.

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