El ‘caso Emarsa’ abre la guerra entre dos empresas en manos del PP
La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) cuestiona la responsabilidad de la empresa que gestiona 460 depuradoras
La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), accionista de Emarsa y que presentó una querella contra los gestores de la empresa pública que depura las aguas residuales de Valencia y su área metropolitana, ha arremetido en un escrito dirigido al juez Vicente Ríos, que investiga el presunto saqueo de al menos 25 millones de euros de dinero público, contra el imputado en la causa José Juan Morenilla Martínez. Morenilla fue gerente hasta verano de 2011 de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), empresa de la Generalitat de quien dependen hasta 460 depuradoras. Pero el escrito a Ríos más parece una declaración de guerra, referida a quién tenía responsabilidad de control sobre Emarsa, entre dos empresas que están en manos del PP.
Cabe recordar que tras denunciar a Enrique Crespo, el exconsejero delegado de Emarsa, y Esteban Cuesta, exdirector, dos de los principales imputados del saqueo de la firma, la Emshi también acabó pidiendo en el caso Emarsa la imputación de Morenilla y de Ignacio Bernácer, jefe de explotación de la Epsar. Morenilla, en un recurso al juez comunicado a las partes el pasado 2 de mayo, descargó de la Epsar responsabilidades de control achacándoselas a la Emshi. Y ahora, en su escrito a Ríos, esta última contraataca arremetiendo contra el recurso de Morenilla, “que pudiera dar la sensación de ser un escrito realizado en representación de la Epsar”.
La principal defensa de la Emshi es que como accionista solo nombra el consejo de administración y que fue este el que delegó las funciones en Crespo y Cuesta. Y su principal ataque: que la Epsar tenía que controlar los fondos que proporcionaba a Emarsa.
“Entendemos la molestia que puede sentir el señor Morenilla frente a quienes han destapado el fraude”, explica el escrito de la Emshi, “y entendemos que se encontraría en situación mucho más cómoda si desde la Emshi nada se hubiera investigado, nada se hubiera actuado al detectar situaciones en la fase de la liquidación de Emarsa”. Y después se asegura que “quien no hace otra cosa que atacar a la Emshi se pone claramente en evidencia, pues demuestra que hubiera preferido que nada de ello hubiese sucedido”.
"Si la Epsar sacaba a concurso
Son varios los puntos de discrepancia sobre las responsabilidades. Morenilla argumentó que la Epsar no financiaba a Emarsa, sino solo los gastos de explotación, y que correspondía a la Emshi intervenir las cuentas de la firma saqueada. Pero desde esta empresa argumentan que la Epsar debía controlar a sus directivos. “Y respecto a las cantidades que entregaba Emarsa, debía controlar que servían para el fin al que iban destinadas, que se utilizaban para la finalidad entregada”, insiste. Y en concreto, menciona la ley valenciana 2/1992 de Saneamiento de Aguas Residuales, que encarga a la Epsar las funciones de “inspeccionar e intervenir el destino de los fondos asignados a otras administraciones o entidades distintas de la Generalitat”.
En este punto, la Emshi pasa al ataque al asegurar que la Epsar ha sacado a concurso la contratación de entidades de control y fiscalización, como Red Control, Consomar o la UTE IVA-Leying Incivsa, y pide al juez que solicite a la Epsar todos los contratos con esas empresas. “Así que si la Epsar sacaba a concurso el control de la gestión, parece que debía ser de su competencia”, añade.
La Emshi también recuerda que eran Morenilla y Bernácer, por un lado, y Cuesta y Crespo, por otro, es decir, cuatro de los imputados, los que “se reunían en las comisiones de seguimiento para justificar y determinar los fondos que se iban a entregar a Emarsa, es decir, procuraban que dichos fondos que después serían defraudados se entregasen a quienes habían de cometer la defraudación”.
A juicio de la Emshi, esas cuatro personas orquestaban los convenios y reuniones, determinaron qué cantidades entregar a Emarsa y “organizaron todo de forma en que fuera factible el fraude que iba a acometer”. Y añade después: “El círculo se cierra cuando después algunos imputados manifiestan conocer que, justamente entre esas cuatro personas, había un reparto de beneficios procedentes de los lodos”.
En resumen, la Emshi, dispara con su escrito a Morenilla, pero da por elevación a la Epsar. Y si el juez hace le hace caso, pedirá documentación para examinar su responsabilidad en el fraude. De hecho, la fiscalía acaba de abrir diligencias de investigación a la empresa que gestiona las depuradoras de la Generalitat. De momento, aunque es la fiscal Virginia Abad la que lleva ambas causas, el caso Emarsa y el caso Epsar se mantendrán separados. Y solo si se encontraran conexiones, la investigación de la Epsar se remitiría al juzgado de Ríos, el número 15 de Valencia.
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