La ruptura del PP deja a López con 15 leyes en el aire en el Parlamento

El Gobierno tiene en estos momentos 15 leyes en distinto momento de tramitación en el Parlamento. Encontrar mayorías para sacarlas adelante debe ser la mayor preocupación del Ejecutivo y del Grupo parlamentario socialista, compuesto por 25 de los 75 integrantes de la Cámara, pero en el Ejecutivo no se observa una especial preocupación para el caso de que no las logre en todos los casos. Más aún, ni siquiera descarta aprobar en consejo de Gobierno y enviar a la Cámara proyectos nuevos que están contenidos en su calendario legislativo y están ultimando.

Dos de ellas revisten una importancia singular y al menos una, la Ley de Cajas, que puede ser la única, es seguro que se aprobará antes de terminar el período de sesiones. La Municipal reanudará su andadura la semana que viene, con la comparecencia del Gobierno. EA ha pedido que el Ejecutivo acuda a la Cámara a explicar el contenido del proyecto de Ley y luego se abrirá el plazo de enmiendas. La paralización durante ocho meses de la tramitación del proyecto por el recurso foral a la Comisión Arbitral y las diferencias que mantienen tanto el PNV como el PP hacen más dudosa su aprobación, aunque el Gobierno aún no la ve imposible o, al menos, no lo admite. “Nosotros habremos cumplido y ellos tendrán que explicar a los ayuntamientos por qué de nuevo no habrá ley y no tendrán voz en el reparto de los recursos públicos en el Consejo Vasco de Finanzas”, señalaron medios del Gobierno.

La posición del Ejecutivo es que no renuncia ni va a descartar de entrada, por su situación minoritaria, a ninguno de los proyectos de ley, estén en el momento procesal que estén, algunos muy cerca ya de ser calificados para su debate en pleno. “Se tratará de sacar adelantes todas las que se pueda”, indicaron desde el Gobierno.

El Ejecutivo cree que PNV y PP no podrán rechazar sin más sus proyectos

Es el caso del proyecto de ley de modificación de la de Política Agraria y Alimentaria, que puede quedar lista el lunes próximo para debatirse en un próximo pleno. Puede ser la primera en la que se inflija al Gobierno una derrota. En todo caso, se esfuerzan en subrayar las fuentes consultadas, “no habrá nada ni nadie que se vaya a quedar sin cobertura” porque se deje de aprobar alguna de las leyes pendientes por falta de mayoría.

Los medios consultados, tanto en el Ejecutivo como en el Grupo Parlamentario, minimizan incluso la trascendencia que tendría la eventualidad de empezar a echarse a la espalda votaciones perdidas o, en palabras del presidente del PP, Antonio Basagoiti, de sufrir un “revolcón” tras otro en cada pleno ordinario.

El PSE recuerda

A esos efectos, se recurre a recordar las votaciones perdidas por el tripartito liderado por el PNV, que llegó a aprobar presupuestos que luego fueron anulados por el Tribunal Constitucional, sin que por ello admitiera el PNV ninguna merma en la eficacia de la gestión.

El Gobierno confía en que, dado el momento de hipersensibilidad de la opinión pública respecto de la clase política y el ejercicio de esta, tanto el PNV como el PP, se tienten la ropa mucho antes de echar atrás leyes que pueden privar de servicios a la ciudadanía solo por el prurito de demostrar que el Gobierno está en minoría y que pueden con él numéricamente.

El Gobierno tiene la intención de seguir intentando dotar de mayoría a sus iniciativas, sin renunciar a ninguna aproximación a ningún grupo, ni siquiera el PP. “El esfuerzo habrá de ser mayor, pero se hará” afirman las fuentes consultadas. El resultado dejará en evidencia el comportamiento de cada cual y su grado de compromiso con las cuestiones de país, dicen.

En medios socialistas se recuerda a estos efectos, por ejemplo, el respaldo a los presupuestos de los gobiernos tripartitos liderados por el PNV hasta el relevo de 2009, o a leyes de importancia primordial, como las de Suelo, Igualdad u otras. El Gobierno espera un funcionamiento normalizado de los grupos parlamentarios en ámbitos como la ponencia de Paz y Convivencia o la Víctimas de abusos policiales. Espera que la ruptura del pacto no enrarezca el compromiso de debate sereno y discreto en el seno de ambas y que puedan arrojar algún fruto.