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El patrimonio de la vieja escuela

Ocho colegios granadinos de la II República entran en el catálogo histórico

Colegio de Cenes de la Vega, uno de los ocho centros catalogados.
Colegio de Cenes de la Vega, uno de los ocho centros catalogados.M. ZARZA

Con nostalgia o sin ella, echar la vista atrás supone encontrarse con las evidencias de lo bien hecho. Durante la II República española se crearon más de 3.000 plazas de maestro por año, a pesar del frenazo que supuso el bienio cedista. La cifra fue tres veces mayor que en los años inmediatamente anteriores. Ha habido otros momentos en la historia de España en los que la preocupación por la enseñanza ha sido nula. Momentos, como el actual, en los que las plazas de maestro son desconvocadas o perdidas, en el mejor de los casos. En medio de semejante clima, cualquier reivindicación de la escuela supone una proclamación de valores.

La II República creó 9.620 escuelas. Ocho de esos colegios ubicados en la provincia de Granada han pasado a formar parte del Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz por los valores que representan desde puntos de vistas arquitectónico, etnológico, documental o artístico. Valores antiguos, que pudieran parecer hoy anticuados, que merecen ser recogidos en un catálogo como huellas que el patrimonio va dejando sobre la piedra o la memoria.

Las ocho escuelas, que son edificios sobrios, sin grandes alardes, representan una idea de la educación que tenía por principio formar ciudadanos libres.

Los centros estaban influenciados por la Institución Libre de Enseñanza

El informe presentado a la Comisión de Patrimonio de la Junta resume el espíritu de estas construcciones, que estuvo fuertemente relacionado con diferentes acontecimientos internacionales y con el pensamiento krausista, que tuvo una importante influencia en los arquitectos que proyectaron los edificios, ya que consideraba que la educación de un ciudadano tenía que llevarse a cabo en contacto con la naturaleza.

Así fueron proyectadas las ocho escuelas de Baza, Cenes de la Vega, Santa Fe, Huélago, Almeníjar, Huélago, Notáez, de Eras de Cristo en Granada capital y la de Fuentevaqueros, que hoy alberga el Centro de Estudios Lorquianos.

Las escuelas seleccionadas, que se encuentran en un buen estado de conservación, representan dos tipos de centros relacionados con distintos sistemas pedagógicos. Por un lado, las de Cenes de la Vega, Notáez, Almegíjar o Huélago son escuelas unitarias, más tradicionales; mientras que el resto son ejemplos de las escuelas graduadas, en las que se fueron sustituyendo la idea del aula con un solo maestro. Los dos tipos de escuelas tenían en común la separación entre niños y niñas, lo que influyó claramente en su arquitectura haciéndolas simétricas para no crear desigualdades.

Un buen ejemplo de esta simetría es el Colegio Nacional Reyes Católicos de Santa Fe, un edificio de absoluta austeridad solo rota por algunos salientes en su fachada que pretenden, sin demasiado éxito, ser decorativos. Obra del arquitecto Francisco Fábregas Vehil en 1930, está organizada en dos plantas relacionadas por medio de una escalera de acceso a los dos vestíbulos.

Durante la República, la separación de los alumnos se limitaba a los sexos. Pocos años después, algunos colegios de Granada separaban a los alumnos en función de su clase social y de su capacidad económica, diferenciándolos incluso con distintos uniformes y horarios. Otro edificio sencillo es el de Baza, en la Solares, realizado por la oficina técnica de Francisco Pleguezuela en 1932, es ejemplo de cómo se intentó imponer una solución estándar para las escuelas españolas, de modo que pudiera llevarse a cabo una producción seriada que hiciera más rápido, sencillo y económico su construcción.

Según el informe que ha tenido en cuenta la comisión, elaborado por diferentes arquitectos e historiadores, los edificios catalogados también recibieron una incuestionable influencia de la Institución Libre de Enseñanza. "Creían en el poder de la educación como instrumento de cambio social y en la construcción de estos edificios siguieron ideas innovadoras en arquitectura que estaban vinculadas con criterios de racionalidad y funcionalidad", dice el informe.

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