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el 'caso bravo'

“No se entendería retirar la acusación”

Mañana, a las 09:30 horas, están convocadas todas las partes personadas en el juicio. En la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, se verán las caras las defensas de todos los acusados y las acusaciones, la representada por el Ministerio Público y la particular, por parte de la Diputación y las Juntas Generales. Estos últimos piden 30 años y medio de prisión para Bravo por siete presuntos delitos de estafa, alzamiento de bienes, blanqueo de capitales, falsedad documental, usurpación de funciones públicas, cohecho y malversación de caudales públicos. Para su mujer, Rosa Cobos, con abogado diferente, se solicitan 8 años y cinco meses por supuesta cooperadora necesaria en los hechos. De la misma forma, solicitan dos años para Pedro Mari Atristrain, socio de Bravo en una de las empresas que el ex responsable de la oficina de Irun utilizaba para dar salida al dinero del que presuntamente se apropió en el cobro de deudas tributarias a morosos.

Será mañana cuando la Fiscalía anuncie si retira parte de sus acusaciones o no. Sin embargo, para los expertos juristas consultados por este periódico, “la sociedad no entendería que la Fiscalía retirase su acusación”. “No sería lógico que ante quien ha dañado a la Administración con delitos patrimoniales, el Ministerio Público, que representa a todos los ciudadanos, se retire”, añaden.

“Lo que veremos en el juicio será una reproducción de la fase de instrucción”, señalan fuentes conocedoras del caso. En total, comparecerán 80 testigos. La defensa se ha acogido a la mayoría de los pedidos por las acusaciones, entre otros, los contribuyentes que pagaron a Bravo las deudas que tenían con Hacienda, el personal de la oficina de Irun y los cuerpos policiales que investigaron los hechos y realizaron los peritajes. Y es que en este caso, habría diferencias entre el realizado por Hacienda y el llevado a cabo por la policía en cuanto al destino que dejaron de ingresar las arcas forales ya que existen expedientes en los que no consta que las deudas terminaran en la cuenta corriente que compartían Bravo y su mujer.

Fuentes jurídicas sostienen que con el pacto buscado con la Fiscalía y con las Juntas Generales, Bravo "quedaría tocado” en su defensa. “Debilita su argumentación, no puede decir hace meses que es inocente y ahora asumir parte de los delitos; no resulta coherente de cara al resto de acusaciones”. Lo que está claro es que, según ha podido saber este periódico, su estrategia pasará por dejar a un lado a su mujer. “Rosa no tiene nada que ver con los hechos que se registran en el escrito de acusación”, apuntan fuentes conocedoras dl caso.

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