El Gobierno alerta de que los recortes de Rajoy rebasan sus “líneas rojas”

El Gobierno vasco ha insistido una y otra vez en esbozar la imagen de Euskadi como una isla a salvo de los recortes en los pilares del Estado del Bienestar, una comunidad que, mientras el resto cierran plantas de hospitales, se endeudan con las farmacias o aumentan los horarios de los profesores, se mantiene a refugio de las peores consecuencias de la crisis. Ayer los consejeros de Sanidad y Educación salieron en defensa de esa imagen —mientras todos miran de reojo a la recaudación de las diputaciones— tras el anuncio de 10.000 millones de euros de recorte entre esas dos áreas, tijeretazo que tal y como avanzó el lunes el Gobierno central, corresponderá materializar a las comunidades.

 Con escasos datos aún sobre lo que supondrá la materialización del recorte anunciado, que podrían ser detallados en las próximas semanas en sendos consejos interterritoriales entre las comunidades y los ministerios correspondientes, ambos consejeros se plantaron ante las intenciones del Gobierno de Mariano Rajoy. La consejera de Educación, Isabel Celaá, aseguró que “no nos sentimos comprometidos” con las medidas y el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, descartó que vaya a haber recortes en las prestaciones que ofrece la sanidad pública en Euskadi.

Entrevistado en ETB, este último reconoció que “para que salga ese volumen” de recorte, 7.000 millones en el ámbito sanitario, “habría que estar hablando de recortes de prestaciones”. Pero no en esta comunidad. “Ni nos los planteamos en Euskadi, de ninguna forma”, insistió.

Celaá alerta del riesgo de "perder una generación"

La propia Celaá señaló que el último movimiento del Gobierno central es un “ataque directo a las líneas rojas” establecidas por el Ejecutivo al que pertenece, entrando de lleno en áreas que el equipo socialista considera “intocables”. Tras cargar contra los tijeretazos planteados y las formas de difundirlas a los responsables de las comunidades, la consejera aseguró que acudirán a los tribunales si Madrid “decide invadir competencias autonómicas”, las mismas que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pedía que se devuelvan al Estado en los casos de educación, sanidad y justicia.

Desde Economía recuerdan que Euskadi se encontraría salvaguardada de las que parecen unas drásticas medidas para cumplir con los objetivos pactados con Bruselas, debido al Concierto Económico y al pago vía Cupo. Sin embargo, desde el Departamento de Educación señalan que aspectos de la Ley Orgánica de Educación marcados como normativa básica se verían afectados. Este ámbito sería el menos perjudicado de los dos, con 3.000 millones de recorte, pero la consejera alertó de que “un país que recorta en educación está jugando con su futuro” y apuntó al riesgo de perder “toda una generación”.

Bengoa subraya que Euskadi no perderá prestaciones sanitarias

El grueso de los recortes afectaría al ámbito sanitario, de 7.000 millones. El máximo responsable de Sanidad en la comunidad autónoma señaló que en Euskadi "tenemos mucho que enseñarles a esos dos ministros [Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, de Economía y Hacienda, respectivamente] y a la ministra \[Ana\] Mato sobre qué ideas harían que el sistema de salud fuera sostenible, en referencia a la reforma de la sanidad vasca adaptándola a la atención de pacientes con enfermedades incurables. Sanidad apunta a que, si bien la cartera de servicios se podría ver comprometida a nivel estatal, la que establece los servicios sanitarios mínimos comunes para todas las comunidades, Euskadi aspira a seguir ofreciendo las mismas prestaciones que costea hoy en día.

Al tiempo que Cataluña animaba al Gobierno central a sumarse al carro del copago sanitario —desde junio los catalanes pagarán un euro por receta— apuntando a aplicaciones como el cobro por día de ingreso hospitalario, Bengoa insistía en que estas medidas "no resuelven los problemas".