“En 15 años, los coches llevarán sensores para dirigirse solos”

El litio es uno de los sucesores del petróleo para propulsar máquinas. Sus características le han convertido en el principal elemento para fabricar baterías eléctricas para vehículos tanto en el presente como en el futuro. El problema radica que las principales reservas se encuentran en Bolivia y en Afganistán y es un recurso escaso. El director del Centro de Investigación Cooperativa (CIC) Energigune, Teófilo Rojo, cree que una opción alternativa para usos complementarios es el sodio. El centro que dirige en Vitoria, promovido por el Gobierno vasco, trabaja en las dos líneas.

Pregunta. ¿Cuál es el panorama de la investigación en Euskadi en torno a las baterías?

España ha recortado 600 millones en I+D y nosotros seguimos creciendo”

Respuesta. Está vigente un plan para cuatro años del Gobierno vasco, y una de las áreas prioritarias es el almacenamiento de energía. Nosotros tenemos dos líneas de trabajo: la térmica y la eléctrica. Dentro de estos tipos, en el caso de la eléctrica trabajamos en baterías y en supercondensadores. Diríamos que, en función de nuestro porcentaje de investigación, un 70% baterías y 30% supercondensadores. Va en línea con el departamento de Energía de EE UU. Pero además aquí tenemos empresas muy importantes del sector, como Iberdrola, Cegasa o Gamesa, entre otras. Se trata de servir, prioritariamente, a la industria vasca. Es muy importante la transferencia tecnológica de nuestros avances hacia las empresas del país.

P. ¿En el mundo de las baterías hay alternativas consistentes al litio?

R. La investigación sobre el litio es la que va a desarrollarse más. En cuanto a densidad de almacenamiento de energía, es el futuro. Ahora proporcionan entre 130 y 140 kilómetros sin repostar a un coche eléctrico. Dado el precio de los coches eléctricos no es muy vendible. Modificando los materiales se puede incrementar la autonomía de las de litio-ion hasta los 240 kilómetros, pero en un futuro de cinco años tendríamos las de litio-azufre, que podrían llegar hasta los 400 kilómetros sin repostar.

P. ¿Ese sería el tope?

R. La que más autonomía puede dar es la de litio-aire, que llegará hasta los 550 kilómetros, y eso ya es muy competitivo. Podríamos acercarnos casi hasta Córdoba desde Vitoria. Las de litio-aire tienen una densidad muy similar a la de los combustibles. El problema es que hay que invertir todavía mucho tiempo para mejorarlas. Hay mucha investigación fundamental, cosas que no entendemos bien, pero quizás para 2025 o 2030 la batería de litio-aire será la que cubra las necesidades del coche eléctrico.

P. ¿Fiar toda la investigación al litio no puede acabar convirtiéndolo en el nuevo petróleo?

R. Ese es un riesgo muy importante. Considerando que ya se está pensando en la escasez del litio a medio lazo, y que los países productores de sales de litio son Bolivia y Afganistán, no cabe duda de que es un problema. Se está pensando en baterías de sodio para almacenamiento. El litio se dedicaría casi exclusivamente para el transporte y el sodio, para el almacenamiento en red. El sodio no va a acumular la densidad energética como el litio, pero no hay problemas de recursos. Tiene una química parecida y una intercalación parecida, pero al ser menos denso la difusión es mayor.

P. Es decir, que las pilas deberían ser mucho más grandes.

R. Eso es. No se puede pensar en aplicaciones para automoción, sino para almacenamiento para energías renovables, porque no hay sol o viento a diario.

La investigación de las baterías de litio es la que va a desarrollarse más”

P. Por tanto, la revolución es el litio.

R. Es el presente y es el futuro. Hay empresas que invierten en baterías de flujo y de otros tipos, pero yo creo que la de sodio puede satisfacer esas demandas. Una batería de sodio de tamaño puede hacerlo perfectamente. Falta la inversión. En el caso del vehículo eléctrico, si queremos ser competitivos hay que tener puntos de suministro, y acumuladores para transferirla energía a los coches.

P. ¿Cuánto cuesta almacenar un kilovatio de energía?

R. En pila de sodio unas cuatro o cinco veces menos que en litio.

P. ¿La ingeniería Sener lo ha conseguido resolver con la planta de Sevilla?

R. Ellos van más por el almacenamiento térmico. Esa es la otra linea que tenemos en Energigune. Ya tenemos una patente, varias revisiones en la investigación del sodio y una parte científica e industrial en la que el director es Liya Wang. Ya tenemos contratos con empresas y las vascas tienen preferencia.

P. Euskadi ya ha sobrepasado el 2% del PIB en I+D.

R. En Euskadi hay un consenso, independientemente de los partidos que estén en el Gobierno, sobre la apuesta por la I+D+i, porque saben que es el futuro. En España se ha recortado en 600 millones y nosotros seguimos creciendo.

P. ¿Cómo imagina los coches dentro de 15 años?

R. Serán pequeños, con sensores que les permitan autodirigirse y evitar choques. Los ordenadores cada vez más pequeños y menos pesados.

P. ¿Veremos volar aviones de pasajeros eléctricos?

R. Es más complejo.