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La Guardia Urbana decomisa 735 kilos de alimentos en mal estado en 57 tiendas

La policía local identifica a 72 personas en una operación para detectar infracciones sanitarias Barcelona anuncia que reforzará la vigilancia de los comercios

La Guardia Urbana de Barcelona ha inspeccionado 57 establecimientos de la ciudad y ha decomisado 725 kilos de alimentos y ha detectado 237 infracciones.Vídeo: Guardia Urbana de Barcelona
Camilo S. Baquero

Pollos crudos, sin congelar, al lado del cubo de la fregona. Pedazos de pan mohoso almacenados con latas vacías de bebidas energizantes. Todo para la venta al público en tiendas de barrio de Barcelona. Este es el panorama que los agentes de la Guardia Urbana y los inspectores de la Agencia de Salud Pública encontraron en algunos de los 57 locales —de 10 distritos de la ciudad— que fueron inspecciondos en el marco de la Operación Despensa. La acción coordinada deja como balance 237 actas por infracciones a la ordenanza que regula los establecimientos de alimentos y el decomiso y la destrucción de 735 kilos de comida en mal estado.

“Las denuncias ciudadanas han sido claves en esta operación”, aseguró ayer el intendente portavoz de la institución, Carles Reyner, que explicó que las inspecciones de los locales fueron realizadas entre el 8 y el 5 de marzo. Los agentes e inspectores actuaron en los establecimicientos donde las unidades territoriales de la Guardia Urbana ya habían detectado posibles infracciones. “También contamos con la colaboración de negocios de la competencia, que denunciaron irregularidades”, agregó Reyner.

Los alimentos decomisados estaban caducados, en mal estado de conservación y con etiquetado incorrecto o sin registro sanitario de venta. Entre los productos había lácteos, arroz, pan precongelado, carne, pescado, platos precocinados, frutos secos y productos de pastelería. Todos estos elementos, que sumaban 735 kilos, fueron llevados a un punto verde de la ciudad, donde fueron destruidos.

Pan con hongos junto a una lata vacía.
Pan con hongos junto a una lata vacía.

En otros casos, explicó el intendente portavoz, la actividad desarrollada en los locales no se ajustaba a la licencia de actividad otorgada. También se incumplía la normativa o no se tenían las señales que indicaban la prohibición de vender alcohol a menores de edad. Varios incumplían las condiciones higiénico sanitarias y de seguridad. “La ley exige a estos establecimientos que tengan un lavabo, separado del área de venta. En muchos sitios encontramos que las adaptaciones del local estaban mal hechas y que los lavabos eran usados como bodega adicional. Veías los alimentos al lado de los cubos con las fregonas. En algunos hasta se cocinaba para los mismos trabajadores”, explicó Reyner. Para ahorrar, algunos de los dueños de los negocios, tras bajar las persianas, sencillamente apagaban la electricidad del negocio, dejando sin servicio las máquinas de refrigeración, agregó el guardia urbano.

Los distritos donde se intervinieron más locales fueron los de Gràcia y Sants-Montjuïc, con nueve. Les siguen Sant Andreu y el Eixample (ocho), Horta-Guinardó (siete), Nou Barris y Sant Martí (cinco), Ciutat Vella (tres), Les Corts (dos) y Sarrià- Sant Gervasi (uno).

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Según Reyner, las tiendas de barrio no tenían un perfil definido y sus dueños eran tanto nacionales como inmigrantes. “En un caso la máquina registradora correspondía a una empresa de Sabadell, lo que demuestra el nivel de improvisación de algunos de los negocios”, aseguró.

Las sanciones por incumplir la normativa de seguridad alimentaria pueden oscilar entre 600 y 600.000 euros, en función de la gravedad de la infracción. Durante la Operación Despensa se identificó a 72 personas. Los expedientes se encuentran ahora en el Instituto de Seguridad Alimentaria, que ha de decidir los montantes de las multas. Ninguna de las infracciones, sin embargo, fue tan contundente como para que se decidiera el precinto preventivo. Una de las tiendas, en Gràcia, ya había sido expedientada.

Reyner adelantó que la Guardia Urbana y la Agencia de Salud Pública repetirán estas actuaciones “de manera periódica”, para “garantizar que la gente en Barcelona compre alimentos en condiciones”.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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