Mario Fernández pide más coordinación para mejorar la gestión institucional

Mario Fernández en estado puro. El presidente de Kutxabank volvió al Parlamento después de casi 30 años desde que ejerciera como vicelehendakari durante el primer Gobierno de Carlos Garaikoetxea, pero esta vez invitado por la comisión parlamentaria que estudia las duplicidades e ineficiencias del complejo entramado institucional vasco. Se trataba de aportar su visión, como arquitecto del actual modelo de país, ante la posibilidad de modernizarlo o hacer retoques legislativos que eviten o minimicen la existencia de solapamientos de competencias que las consultoras Everis y Deloitte, a instancias del lehendakari, Patxi López, cuantificó en 440 millones de euros.

Nada más sentarse agradeció a sus señorías “la inyección de botox” que le ha permitido volver de golpe a la década de los 80, e inmediatamente después articuló un relato histórico económico para contextualizar su opinión en el que tan pronto sintonizaba con los argumentos críticos de los seguidores juveniles del 15-M, como acudía al humor popular para explicar el origen de la crisis hipotecaria.

No es partidario de abrir ahora "el melón de la LTH y de la Constitución"

El presidente del banco fruto de la fusión de las tres cajas vascas identificó a algunos financieros “a los que cualquier cosa valía para llevarse el dinero de sus clientes” y a instituciones como las norteamericanas Freddie Mac y Fannie Mae “con nombre de puticlub” como algunos de los mimbres que explican el origen de la crisis más profunda de las sufridas, incluso por encima del crack del 29 que vivió Estados Unidos.

En su opinión, un contexto económicamente incierto y a consecuencia de ello políticamente convulso, que en el caso de España se complica con demandas de más centralismo, y que aconsejan una prudencia reformista máxima. En su opinión, “mejor no abrir ahora el melón” de la Ley de Territorios Históricos, ni del “Estatuto ni de la Constitución” por si, al final, el tiro sale por la culata y hay quien desde el Gobierno central reclama el poder autonómico después de haber transferido al Gobierno vasco parte del poder foral. “Cuando digo que es mejor no tocar el misterio me refiero a eso” que quizás no es el mejor momento para hacerlo, pero quiero dejar claro también que “consolidar algo que tiene su origen en el siglo XIX tampoco es mi objetivo, ni de lejos”, subrayó. “Yo soy partidario de la adecuación”.

Mario Fernández acuñó el término de “colaboración pragmática” como la quintaesencia del éxito en la gestión, independientemente del modelo de país, y aseguró que la coordinación entre instituciones es la mejor medicina para que funciones las cosas. “Es decir el mismo modelo puede ser eficaz o ineficaz dependiendo de cómo se gestione”, indicó. Y puso ejemplos de ello. El Automotive Intelligence Center (AIC) de Amorebieta, es un ejemplo de colaboración público-privada impulsado por la Diputación de Bizkaia “que tiene cola de espera”. Por otra parte, las diputaciones de Álava y Bizkaia pelean por un puerto seco para dar salida al Puerto de Bilbao, la primera por colocarlo en Jundiz, junto a Vitoria, donde hay espacio y conexión ferroviaria, y la segunda en Pancorbo, Burgos. ¿Tiene eso sentido?, se preguntó.

“Se pensó que todo el monte era orgasmo y eso fue un error”, ironizó

Las ineficiencias parten de una equivocación histórica. A partir de los noventa empezó a haber muchos recursos en el sistema. “Se pensó que todo el monte era orgasmo y para siempre y ese fue un gran error”, ironizó.

El Parlamento puso en marcha la comisión el pasado noviembre para intentar hacer un diagnóstico certero de los problemas que el foralismo ha creado a través de los años. En Euskadi hay 250 agentes, entre públicos, semipúblicos y privados, que se dedican a promover el emprendimiento; la promoción del empleo agrupa a otras tantas asociaciones sin coordinación; gobierno y diputaciones pugnan en materia turística, la promoción industrial dispersa recursos en manos forales.

En las primeras comparecencias, los tres diputados generales rechazaron el informe, al no haber contado con su participación, pero sólo el de Bizkaia, José Luis Bilbao negó que hubiera duplicidades entre Administraciones y aseguró que son gastos necesarios para Euskadi.