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Cultura ha pagado ya un millón por el archivo de Josep Benet y aún no lo tiene

La documentación del historiador y político fallecido en 2008 está, en su mayor parte, en casa de su viuda, a quien la Generalitat abona 89.000 euros al año

José Ángel Montañés
El historiador Josep Benet.
El historiador Josep Benet. EFE

Tras ganar en 2008 el Premio Octavi Pellisa con una biografía del historiador y político Josep Benet, el estudioso Jordi Amat agradeció a Florencia Ventura que le permitiera consultar el archivo particular de su marido, fallecido en marzo de ese mismo año. Nada extraño si no fuera porque se cumplían ocho años de la supuesta entrega oficial a la Generalitat, en diciembre de 2000, por el propio Benet, de su fondo bibliográfico y documental y su producción intelectual. Una entrega que el Gobierno de Convergència i Unió de Jordi Pujol le agradeció, tras aprobarlo en el último Consell Executiu de ese año, con una renta vitalicia que se sigue abonando a su viuda al quedar establecido en el acuerdo, tal como reflejan los presupuestos aprobados por la Generalitat para este año.

Así, la cantidad abonada por la documentación se acerca hoy al millón de euros —sumados los 89.000 euros previstos para 2012 (7.416 euros al mes). De ese total, 390.863 euros los ha recibido la viuda tras el fallecimiento del que fuera el senador más votado en las elecciones generales de 1977. Sin embargo, pese a que la Administración ha cumplido con su parte, no toda la documentación ha sido entregada, sino que gran parte continúa en manos de la familia, sin que nadie se responsabilice de ello.

La esposa guarda lo que tiene “valor espiritual”: papeles y unos 12.000 libros

El acuerdo preveía que el fondo se dividiera en dos. La parte bibliográfica, unos 18.000 volúmenes —desde sus libros de política hasta los de sus múltiples aficiones, como el teatro—, acabaría en la biblioteca (llamada Josep Benet) del Centro de Historia Contemporánea de Cataluña, que Benet había dirigido durante 15 años hasta el mismo día del acuerdo de gobierno. Por otro lado, la documentación personal, vinculada con el periodo de resistencia franquista, se entregaría al Archivo Nacional de Cataluña (ANC) de Sant Cugat del Vallès. Jaume Sobrequés, que dirige el centro de historia desde el 21 de febrero pasado, asegura: “Benet entregó una gran cantidad de los libros en vida, que están en proceso de catalogación, pero su viuda conserva los que tienen un valor espiritual”.

Desde la biblioteca del centro de historia, por el contrario, afirman que apenas hay registradas unas 6.000 entradas, entre las que hay muchas publicaciones periódicas a las que estaba suscrito el historiador; que Benet “trabajó hasta el final de sus días y por eso la documentación no se entregó en su momento” y que “la mayor parte del fondo del archivo está todavía en casa de la viuda del historiador”.

En el catálogo del ANC consta que la documentación relativa a Benet (Fondo 244) no supera los 50 metros lineales y en las sucesivas memorias está acompañada de una “P”, que lo identifica como fondo parcial. En el buscador de Fondos Personales no existe ninguna entrada que permita localizar toda su documentación, como sí ocurre con otros fondos similares que reúne el primer archivo catalán.

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La existencia de una partida que permite que la viuda de Josep Benet perciba aún hoy, a los cuatro años del fallecimiento del autor de Exili i mort del president Companys, una renta de la Generalitat por la donación del archivo personal de su esposo llama la atención entre los conceptos destinados a restaurar patrimonio arquitectónico y yacimientos, compra de mobiliario e inversiones en archivos y bibliotecas que la Dirección General de Patrimonio Cultural prevé en los presupuestos para este año.

La Generalitat

La asignación aparece bajo la descripción “Renta Vitalicia señor Benet i Morell”. Así ha figurado, año tras año, desde que en 2000, a propuesta de los consejeros de Presidencia y Cultura, los convergentes Joaquim Triadú y Jordi Vilajoana, respectivamente, elevaran al Consell Executiu un acuerdo para pagar una renta vitalicia al cabeza de lista por el PSUC en las primeras elecciones autonómicas de 1980, en las que disputó la Generalitat a Jordi Pujol. El Gobierno le concedió también en 2000 su máxima distinción, la Medalla de Oro.

En la Dirección General de Patrimonio aseguran: “pagamos la pensión aunque todo procede de una caja única” y se escudan en que “la situación es heredada de Gobiernos precedentes”, por lo que remiten al Departamento de Presidencia, del que depende, desde hace unos años, el Centro de Historia Contemporánea. También remiten al ANC como los dos únicos responsables de reclamar la documentación “en caso de que no esté toda depositada”.

La trayectoria de Benet explicaría quizá el hecho. Tras militar en Unió Democràtica de Catalunya, en 1971 fue uno de los fundadores de la Asamblea de Cataluña. Fue diputado de 1980 hasta 1984, cuando dejó la política para ser el primer director del Centro de Historia Contemporánea de Cataluña, hasta 2000.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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